Tomás Delgado afirma que la víctima, un joven vizcaíno de 17 años, se saltó un stop y que él no tuvo posibilidad de reaccionar
Tomás Delgado, el conductor que atropelló mortalmente a un joven ciclista y después pidió a sus padres una indemnización por los daños en su vehículo, insistió ayer en que el menor se saltó una señal de "stop", y lamentó que le hayan utilizado como "cabeza de turco" en este asunto. Así lo relató el fiscal superior de La Rioja, Juan Calparsoro, tras reunirse durante hora y media con Delgado y su abogado, quienes no quisieron hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Calparsoro se entrevistará la próxima semana en Madrid con el fiscal delegado de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, para concluir su informe sobre la reapertura del caso judicial por el atropello mortal del joven Enaitz Iriondo. El caso se remonta al 26 de agosto de 2004, cuando este joven, de 17 años y natural de Durango (Vizcaya), regresaba en bicicleta al camping de Castañares de Rioja. El conductor reclamó a los padres de Enaitz 20.000 euros.
"Se me echó encima"
Calparsoro explicó que Delgado ratificó su versión de que "el ciclista se le echó encima y no pudo hacer ninguna maniobra evasiva, por lo que no tuvo posibilidad de reaccionar", y lamentó "mucho" lo sucedido.
Aseguró que se encontraba en "buen estado psicofísico", que no había consumido drogas y, en cuanto al alcohol, dijo que tomó algo que le ofreció alguien que estaba por allí, tras el atropello.
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