Según datos del Gobierno francés, cada año hay unos 208 asaltos de piratas, la mitad en el Cuerno de África
Agentes especializados franceses liberaron ayer a los 30 miembros de la tripulación del velero de lujo Ponant, secuestrados desde hacía una semana frente a las costas de Somalia, y lograron capturar a seis de los piratas que estaban intentando huir por tierra con parte del dinero del rescate.
La liberación de los secuestrados, 22 de ellos de nacionalidad francesa, se produjo sin necesidad de emplear la fuerza después de que el armador del barco pagara un rescate a los piratas, que abandonaron el velero y permitieron la llegada de los agentes galos. Sin embargo, éstos habían preparado un dispositivo de vigilancia en tierra que permitió arrestar a la mitad de los piratas y recuperar bolsas con dinero, aparentemente, parte del rescate pagado, aseguró el jefe del Estado Mayor del Ejército, Jean-Louis Georgelin.
Los agentes franceses prosiguen la búsqueda del resto del comando, mientras los arrestados se encuentran en un barco de la marina francesa a la espera de ser entregados a la justicia.
Miembros de un clan
Se trata de ex pescadores somalíes que formaban parte de un clan y que en los últimos años se habían especializado en la piratería entre el Mar Rojo y el Golfo de Aden.
Ninguno de los responsables de la operación que compareció en rueda de prensa quiso dar detalles del acuerdo al que el armador del barco había llegado con los piratas para facilitar el rescate de los rehenes.
Georgelin, quien aseguró que el armador había negociado por radio con los piratas, puntualizó, sin embargo, que no se había pagado con dinero público a los malhechores.
El consejero de Defensa de la Presidencia francesa, Edouard Guillaud, aseguró que el presidente, Nicolas Sarkozy, había establecido que la prioridad de la operación debía ser salvar a los 30 secuestrados.
Con ese objetivo se había trabajado desde que hace una semana se supo el secuestro del velero de lujo frente a las costas somalíes por parte de unos piratas que mantenían retenidos a los miembros de la tripulación, toda vez que el barco no transportaba ningún pasajero. Una vez que se comprobó que la vida de los rehenes no corría peligro, Sarkozy autorizó, en concertación con las autoridades somalíes, a perseguir al comando en tierra, para no dejar impunes a los responsables de una actividad que va en aumento en los últimos años. El consejero de la Presidencia francesa, Jean-David Levitte, afirmó que en 2007 se produjeron 280 asaltos de piratas, la mitad en el Cuerno de África.
La piratería, a la ONU
Sarkozy impulsará en los próximos días una iniciativa en el Consejo de Seguridad de la ONU para que los países más desarrollados se impliquen en la lucha contra la piratería, sobre todo frente a las costas de Estados que tienen más problemas para perseguirla.
El Ponant, un velero de lujo de tres mástiles, se encontraba anclado frente a las costas de la región de Puntland, en Somalia a donde lo habían desviado los piratas que lo capturaron cuando se dirigía al puerto de Aden. Los piratas estaban desde el domingo en contacto con las autoridades francesas, que al día siguiente enviaron un equipo de intervención de elite para buscar un desenlace "sin derramamiento de sangre".
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