El líder radical chiíta iraquí acusó a Estados Unidos y al Gobierno iraquí del atentado contra su representante en Nayaf
El clérigo chiíta Moqtada Al Sadr acusó ayer a Estados Unidos y al Gobierno iraquí del asesinato de su representante en la ciudad de Nayaf (sur de Irak), Riad Al Nuri.
La oficina de Al Sadr hizo pública una nota en la que éste asegura que "no olvidará la sangre" de Nuri, uno de sus más estrechos colaboradores, en esa ciudad santa para los chiítas.
Sin embargo, el líder radical chiíta instó a sus seguidores a mantener la calma y ordenó una investigación propia del asesinato, en paralelo a la que llevan a cabo las autoridades iraquíes.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, condenó como una "acción brutal" el asesinato de Nuri, tras el cual fue impuesto el toque de queda en la ciudad. Maliki dijo que es "un intento de eliminar a las personalidades religiosas y nacionales y de incitar a la revuelta" entre facciones.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual