El tercero en la general fue el holandés Thomas Dekker
El corredor español Alberto Contador no ha dejado ni lugar a la duda en la crono decisiva de la 48 Vuelta Ciclista al País Vasco, 20 kms. y dos exigentes subidas con salida y llegada en la localidad guipuzcoana de Orio. El madrileño ha dejado claro muy pronto que estaba un punto por encima de los demás y para el km.4 ya había sentenciado la carrera.
Los 21 segundos que lograba en ese terreno sobre su gran rival, Cadel Evans, eliminaban las dudas que podían albergar quienes creyesen que, al no sentenciar ayer en el muro de Aia, que no obstante, coronó en cabeza, podía ceder al triunfo a la presumible mayor fortaleza contrarreloj del australiano.
Nada más lejos de la realidad. Aunque en el Tour 2007 Evans superó a Contador en la lucha en solitario, el líder del Astana es un consumado especialista y, además, ahora está en estado de gracia.
Enrabietado por su descarte en la carrera, el de Pinto está haciendo en marzo y abril su particular Tour de Francia y no parece que haya nadie capaz de ponerse a su altura.
Hoy había nueve ciclistas con opciones de disputarle el triunfo, los que tenía en la clasificación general a 8 segundos. No era esa mucha distancia y menos con 20 exigentes kilómetros por delante.
Pero la ventaja de Contador era más que los escasos 8 segundos con los que salió hoy. La ventaja de Contador era la constatación de los rivales de que era, con mucho, el mejor de la carrera desde su exhibición el primer día en el Alto de Deskarga.
Allí, en un puerto con apenas un par de rampas y algunas curvas complicadas, nadie pudo seguir su primer arreón, ni después cazarle en los 6,2 kms. finales que pareció tomarse como una crono.
Desde entonces hasta hoy, apenas nada. Lo único la extraordinaria dureza del muro de Aia, una subida de menos de 2 kms. con una rampa al 26 por ciento de desnivel, que sirvió fundamentalmente para ofrecer una imágenes espectaculares.
Aunque el terreno, menos exigente de lo habitual en la carrera vasca, no ayudaba, tampoco había muchas ganas de pelea. Contador y Astana controlaban y el resto distaban mucho de buscarles las cosquillas. Ello eliminaba el espectáculo, pero a algunos les sirvió para, por lo menos, llegar a la contrarreloj final con opciones. Unas opciones que rápido se demostraron irreales.
Después de Contador, merece una mención especial la labor realizada por el Karpin Galicia, que ha respondido brillantemente a la invitación de la organización.
A pesar de ser el único que no está en el UCI ProTour, el equipo de Álvaro Pino ha ganado una etapa y se ha mantenido arriba en la clasificación general hasta la jornada de ayer, en la que Ezequiel Mosquera cedió la segunda plaza en la que se colocó el primer día y, lo que es peor, David Herrero, en el podio de las etapas y en la general desde la primera jornada, se cayó y hoy no ha podido salir.
Una pena lo del bilbaíno ganador de la tercera etapa, pero su ausencia obligada en la crono no merma su extraordinaria vuelta y la de su equipo.
Por lo demás, podio final de prestigio, como se acostumbra en la Vuelta al País Vasco, el que han completado Contador, Evans y Thomas Dekker; y no demasiado protagonismo vasco, que se ha limitado al que ha ofrecido Herrero, aunque también es destacable la regularidad entre los mejores de Mikel Astarloza.
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