"La accidentalidad ha bajado a mínimos históricos"

La construcción de la Autovía del Camino, A-12, ha dejado muchas cifras récord para la posteridad en la merindad de Estella. Pero la de mayor trascendencia hasta el momento es la drástica reducción del número de accidentes y de muertos en la carretera que se ha producido desde que los 70 kilómetros de la vía de gran capacidad está en servicio. De hecho, entre 1998 y 2004, la media de accidentes en la antigua N-111 fue de 138 anuales, mientras que en 2007 este número cayó a 30, 4,6 veces menos. En la época anterior hubo picos como el de 2001, con 216 accidentes.

El descenso comenzó a apreciarse con la puesta en servicio de los primeros tramos de la A-12, ya que en 2005 (en que se abrió entre Zizur y Estella) cayó a 43, aunque de nuevo hubo un repunte hasta 68 en 2006 con la puesta en servicio del resto de tramos.

Menos víctimas

Sin embargo, la reducción no sólo afecta a las cifras totales de accidentalidad, sino también a la gravedad derivada de estos sucesos, ya que los accidentes con víctimas han bajado de una media de 42,85 entre los años 1998 y 2004 a 20 en 2005, 23 en 2006 y un mínimo histórico de 13 en el año 2007

La reducción de la mortalidad en este corredor también ha seguido una evolución similar, ya que de una media de 7,7 muertos en la N-111 entre los años 1998 y 2004, la estadística de 2007 recoge dos fallecimientos. De nuevo, los años de transición se caracterizan por una bajada paulatina, con tres víctimas mortales en 2005 y 2006.

En 2005 nadie murió en los dos tramos de autovía en servicio, mientras que de los tres fallecimientos de 2006, dos se registraron en los trayectos de N-111 que aún seguían en activo.

La reducción de accidentes también es consecuencia de un gran descenso del tráfico en las vías convencionales, ya que en 2007 sólo hubo 5 sucesos en la ahora llamada NA-1110 (antigua N-111) y uno en el tramo de la N-111 que queda entre Viana y Logroño, mientras que los 24 restantes se produjeron en la A-12.