Artajona denuncia el deterioro que sufren las antiguas naves de Calseg

El alcalde de Artajona, Pedro Mari Egea, muestra la valla rota por la que se cuela la gente a la nave. S.M.LUQUIN

El alcalde de Artajona, Pedro Mari Egea Ortiz, ha denunciado el deterioro que sufren las antiguas naves de la empresa de calzados Calseg. Aunque hace varios años que no registran actividad, en los últimos meses varios desconocidos han entrado en su interior y han desvalijado lo poco que quedaba dentro.

En 2001, las naves y terrenos de Calseg se cedieron a la empresa catalana Tracoinsa con el objetivo de que dicha entidad cumpliera con el compromiso de mantener el empleo en la zona tras el cierre de la empresa de calzado. Sin embargo, la entidad catalana no cumplió los objetivos fijados y la Fundación Artajona, formada por el Ayuntamiento, el Gobierno foral, los sindicatos UGT y LAB así como un despacho de abogados y que se constituyó tras el cierre de Calseg, se vio obligada a actuar y llevar el caso a los tribunales en 2004.

Más de un año después, el juzgado de Barcelona que instruía el caso dio la razón a la Fundación Artajona y obligó a Tracoinsa a devolver los terrenos y las naves. Aún así, los administradores concursales (que se encargaban de velar por el interés de la entidad catalana cuando ésta se declaró en quiebra) presentaron dos recursos, que también ganó la Fundación.

Ésta reclamó las naves, pero los administradores concursales presentaron dos recursos de casación, hace un año, ante el Tribunal Supremo. Este organismo aún no se ha pronunciado y el alcalde de la localidad denuncia que el retraso está perjudicando mucho a las naves. "Como todavía son propiedad privada, no podemos pasar. Sin embargo, hay gente que ha entrado y ha robado lo poco que quedaba dentro. Incluso se han llevado las tapas de las alcantarillas", se lamentó Egea.

"Sensación de impotencia"

El alcalde teme que, si la situación no se resuelve pronto, las naves lleguen a un estado irrecuperable. "Si al final el Tribunal Supremo nos da la razón puede que, para entonces, nos encontremos sin nada ya que, tal como está la nave, puede arder en cualquier momento. Los administradores concursales dicen que no tienen dinero para mantenerla, pero tampoco quitan el recurso para que nos encarguemos nosotros", indicó. El alcalde se hizo eco de la sensación de impotencia que siente al no poder hacer nada. "Muchos días pasó por allí pero no puedo entrar porque es una propiedad privada. Ojalá el juez dicté ya una resolución para evitar un problema mayor", concluyó el alcalde.