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Cuco Ziganda lleva uno de los muñecos para las barreras simuladas, ayer durante el entrenamiento. Al fondo, Kike Sola, uno de los que no tiene seguro el puesto. J.C. CORDOVILLA

Cuco Ziganda volvió a partir ayer la plantilla por la mitad: la de los elegidos, dudas incluidas, y la de los que no cuentan, y tienen que seguir ganándose el puesto aunque sea jugando un partidillo contra el juvenil.

La primera mitad de la plantilla no ofrece sorpresas, porque son los de casi siempre. Entre ellos volverá a elegir Cuco el equipo titular del domingo ante el Espanyol. Por lo que dejó entrever ayer por la mañana, Ziganda mantiene el suspense habitual en dos posiciones: el pivote y el delantero.

Patxi Puñal es el único que no cambia, pero su compañero de baile en la zona ancha sigue sin cuajar. Martín Astudillo ha acompañado al de Huarte en los últimos encuentros, pero no tiene la titularidad garantizada. Javi García, que ya había perdido el puesto en otra fase de la temporada, podría volver al equipo.

Entre ellos está un puesto. Javad Nekounam, ya recuperado por fin tras ocho meses, fue incluido por Ziganda junto a otros nueve jugadores (Elía, Corrales, Izquierdo, Javier Flaño, Igotz Garde, Hugo Viana, Héctor Font, Pandiani y Portillo) en la nómina que se enfrentó por la tarde al juvenil. Tendrá que esperar a la semana que viene para reaparecer.

Dady entrenó sin problemas

En la punta de ataque se abre otra incógnita. Kike Sola, que tuvo una fulgurante incursión en el primer equipo, sigue peleando sin descanso, pero no encuentra puerta.

Tras haber sufrido una elongación, Dady parece haberse recuperado y ayer entrenó con normalidad. Entre ellos dos está el puesto de punta en Montjuïc.

De todas formas, tanto Dady como Josetxo, que se retiró por molestias en el pie, donde sufrió en su día una rotura en la fascia plantar, serán nuevamente valorados hoy.

Además, con el regreso de Vela, Jokin volverá al Promesas y el resto del equipo será el mismo.

Pisotón a Portillo

Por la tarde, los descartados se enfrentaron al juvenil en un partidillo en el que Pandiani y Portillo marcaron para los jugadores del primer equipo y Linzoáin para los juveniles (2-1).

El susto lo dio Javier Portillo, que recibió un pisotón en la mano y se tuvo que retirar diez minutos antes de terminar el encuentro. El madrileño no tiene suerte.

Oé

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