La suspensión, la tercera consecutiva, fue una decisión del presidente en contra de la opinión de los diestros y la empresa
La decimoquinta corrida del abono de Sevilla fue suspendida ayer por el mal estado del ruedo y en previsión de un empeoramiento del tiempo. La decisión, tomada unilateralmente por el presidente del festejo, Antonio Pulido, generó polémica. La opinión en contra de los tres matadores , Salvador Vega, Salvador Cortés y Daniel Luque, no fue ni atendida. La empresa de la Maestranza, sin voz en el litigio, estaba igualmente a favor de celebrar la corrida.
La plaza de toros de la Maestranza carece de sistema de megafonía. Los avisos y medidas de emergencia se comunican en cartelas escritas con tiza o rotulador que un empleado exhibe desde el callejón. Un primer cartel anunció a las seis y media, hora prevista de festejo, que el inicio de la corrida se demoraba media hora. Justo antes descargó sobre Sevilla un chaparrón. Pero salió el sol. Las previsiones meteorológicas eran de posibilidad de chubascos esporádicos. Antes de cumplirse la media hora de plazo, un empleado paseó una tablilla que anunciaba la suspensión. Este segundo anuncio fue recibido con bastantes protestas. El empleado tuvo que ser escoltado por policías de retén. Al parecer, las cuadrillas trataron de impedir por la fuerza su salida.
Los tres matadores decidieron emplazarse en el anillo del ruedo. Hasta ahí llegaron los nueve banderilleros de cuadrillas. Un retén de seis policías antidisturbios hizo su aparición de inmediato. Debieron de persuadir a los banderilleros, que se retiraron. Los tres espadas tardaron todavía diez minutos en deponer su actitud.
Nunca en la historia de la Feria de Abril se habían suspendido tres corridas consecutivas.
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