El pasado domingo concluyó la campaña de excavación en la judería nueva de Estella iniciada por el Centro de Estudios Tierra Estella (CETE) la pasada Semana Santa. Los trabajos han concluido con resultados más que satisfactorios, ya que en las tres catas realizadas se han encontrado restos de viviendas, aunque dos de ellas han quedado arrasadas por las labores agrícolas.
En una de ellas ha aparecido un silo reutilizado como basurero, que ha dado algunos de los mejores materiales aparecidos en Estella hasta el momento. Aparte de un gran número de ollas de cocina se han encontrado completos, aunque en fragmentos, una jarra, una escudilla decorada con el motivo de un ave y un candelabro con forma de animal. Pero el hallazgo más destacado ha sido una pieza calada, intacta, con función de candelabro, de la que sorprende su perfecto de conservación.
Mientras tanto, la otra cata, si bien no ha sido tan prolija en materiales, ha mostrado los restos de una de las viviendas de la judería. El interior estaba cubierto totalmente por trozos de sus propias paredes y de las tejas de su cubierta, todo ello mezclado con abundantes carbones, restos de maderas quemadas, clavos oxidados y ceniza. Los materiales aparecidos en este nivel de incendio nos llevan a la segunda mitad del siglo XIV, por lo que parece que estamos ante una de las viviendas incendiadas en el célebre asalto de 1328, cuyo solar no volvió a utilizarse.
Sin embargo, la excavación de esta vivienda no pudo terminarse, por lo que se espera, en el futuro obtener nuevos datos que corroboren este hipótesis.
Los restos de las antiguas viviendas muestran cómo era en verdad la antigua judería. Paredes de piedra menuda y argamasa encofrada nos hablan de unas viviendas modestas, pero las cerámicas aparecidas reflejan una situación acomodada.
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