"Lo bueno siempre ha sido bueno y lo seguirá siendo"

El gerente de El Caserío, Mikel Lacunza Arraiza, durante el discurso tras recibir el premio. CEDIDA

La fábrica de caramelos El Caserío de Tafalla lleva desde finales de los años 30 "regalando pequeños momentos de placer" a sus clientes, aunque se constituyó como empresa en 1964. La producción cambió de ubicación en julio de 2007 pero el producto (un caramelo de leche con piñones) ha continuado siendo el mismo.

El pasado 14 de marzo, los clientes le devolvieron un momento de placer a la empresa con el premio Sabor del año de la feria Alimentaria de Barcelona (la más importante del sector) gracias a su dulce de leche sin azúcar (primer premio) y al caramelo con piñones (2º puesto).

¿Qué destaca de este premio?

Se trata de un galardón basado en un estudio científico en el que se realizan catas a ciegas y prima el sabor. Es la primera edición en España, pero en Francia este premio tiene un sello de referencia. Creo que tiene un doble valor: que acude el público al concurso y que es éste mismo quien te juzga.

¿Qué valoró del concurso?

En mi discurso comenté que la mayor parte de los productos premiados eran los de toda la vida. Después de todos los cambios, tenemos más puntos en común con nuestros abuelos que otra cosa. Todo esto quiere decir que lo bueno siempre ha sido bueno y seguirá siendo bueno.

¿Qué cualidades tiene el caramelo?

Sus ingredientes naturales. Están elaborados a base de piñones y leche fresca que se nos suministra diariamente según lo que vamos a producir.

¿Cuánto producen al día?

La empresa tiene 20 trabajadores que producen tres toneladas y media diariamente. Es decir, 500.0000 caramelos.

¿Cómo ha cambiado el proceso de trabajo con la nueva ubicación en el polígono La Nava?

Es como la noche y el día. Se nota en las descargas que antes eran manuales y ahora es todo más mecánico. También en el acople de los materiales y las materias primas, los procesos intermedios, las disoluciones, el control de la temperatura y humedades. Antes estábamos en varios pisos y ahora lo tenemos todo en una misma planta y sin columnas. Es una maravilla. Además, los 2.600 metros cuadrados que tiene el edificio te permiten posibles ampliaciones.

¿Ya tienen nuevos proyectos?

Hace un mes, hemos sacado las pastillas de café y leche. Es el caramelo de siempre pero en un tamaño más reducido, para los que no están acostumbrados a dulces tan grandes. Está teniendo muy buena aceptación.

¿Y más a largo plazo?

Tenemos alguna cosa entre manos... (Risas).