Las fuertes lluvias causan inundaciones en carreteras y ciudades andaluzas

Los bomberos retiran un coche de una calle inundada de Jerez. EFE

El temporal de viento y lluvia que azotó ayer buena parte de la Península provocó cortes de carretera y numerosos problemas en Andalucía occidental y Galicia. Las previsiones meteorológicas anunciaron que hoy continuarán las precipitaciones generalizadas, de las que sólo se salvarán las costas del Mediterráneo y de las Islas Canarias.

Las fuertes lluvias no dieron ayer tregua en Andalucía y provocaron el corte de carreteras en Sevilla, Huelva y Cádiz. Los servicios de emergencias atendieron medio centenar de incidencias, principalmente por inundaciones de locales y garajes. Las lluvias se dejaron notar especialmente en la zona occidental de la comunidad, donde se registraron fuertes precipitaciones durante la mañana, que obligaron a los bomberos a actuar a causa de bajos y viviendas inundadas.

En Cádiz, donde se registraron hasta 20 litros por metro cuadrado en algunos municipios en una hora y media, la flota del Golfo permaneció amarrada en el puerto a causa del temporal. Además, se suspendieron los ferrys entre Tarifa y Tánger. El agua acumulada en las carreteras provocó diversos accidentes y cortes de tráfico en tres carreteras de la provincia gaditana, donde se activó el dispositivo de emergencia.

Vuelco de 180 grados

En Sevilla, lo que más sintieron sus vecinos fue que el agua está desluciendo la Feria de Abril, obligando a suspender ayer, por segundo día consecutivo, la corrida de toros en la plaza de la Maestranza y mostrando una imagen desalentadora con farolillos de papel destrozados y calles enfangadas en el Real de la feria.

Sin embargo, los agricultores no pudieron ocultar su satisfacción, ya que estimaron que con estas precipitaciones se puede salvar la cosecha de cereal, el olivar y los frutales, muy perjudicados por la sequía. La Asociación de Regantes de Andalucía consideró que se ha dado "un vuelco de 180 grados" a la situación en la cuenca del Guadalquivir, ya que las lluvias se produjeron en un momento "especialmente duro, cuando la dotación de recursos embalsados no garantizaba la campaña de riego".