En manos del Ademar

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El pivote Nikolic fue una de las bazas que el Portland tuvo en la primera parte para superar la defensa local. En la foto, supera a Lozano. ÁREA 11

El júnior Crowley debutó ayer en el Palau. El extremo anotó 2 goles. ÁREA 11

Si ya el Portland lo tenía complicado antes de saltar a la pista del Palau Blaugrana, tras la derrota sufrida ayer ante el Barcelona, el tercer puesto de la Liga -y el billete a la Liga de Campeones que éste otorga- se aleja mucho ya para el conjunto navarro.

Ahora, su única opción para alcanzar ese puesto pasa exclusivamente por ganar los tres partidos que le quedan a esta Liga (incluyendo la visita del Ciudad Real a Pamplona) y que el Ademar, tercero tras su 25-25 en Valladolid, cometa un error.

Por su parte, el Barcelona, que desarboló ayer al contragolpe al conjunto navarro, se mantiene a la estela del líder Ciudad Real y toma moral para la vuelta de las semifinales europeas ante el Kiel de este próximo fin de semana.

La velocidad que imprimió el conjunto local a sus transiciones y los errores puntuales del Portland en momentos clave del encuentro hicieron que el cuadro antoniano, que en el minuto 6 se puso por encima en el marcador por primera y única vez (4-5), se quedara prácticamente sin opciones al triunfo desde el minuto 14 (13-7).

El equipo navarro -de la mano de un acertado Svensson y el carácter que imprimieron al ataque Ruesga y Balic- no tiró la toalla y luchó por recortar, algo que consiguió momentáneamente.

Sin embargo, el equipo navarro no acertó cuando más debía. Llegó a estar con un 16-14 pero ahí se atascó su remontada. En superioridad y con algunas discutibles decisiones arbitrales, el Portland encajó un 6-1 de parcial con el que el Barça se sacudió la presión que le metía el Portland (22-15, m.26).

La tónica de esa primera mitad continuó en la reanudación. El Barcelona eludía un duelo de ataques posicionales -donde la defensa albiazul rendía mucho mejor- y arrollaba a la contra y con rápidas transiciones. Por su parte, con Balic echándose el equipo a la espalda y Malmagro como baza más acertada, el Portland seguía peleando como gato panza arriba pero no lograba reducir a menos de 4 tantos una distancia que llegó a ser de 8 goles (34-26, m.50). Al final, un 39-34 que complica mucho el objetivo liguero del Portland.