El Itxako pasa de ronda gracias a una gran segunda parte

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Las jugadoras del Itxako agradecen con sus aplausos el apoyo de una afición que ayer se entregó por completo al equipo estellés. MONTXO A. G

Los aficionados llenaron las gradas del polideportivo. MONTXO A. G.

El Itxako Navarra ya está en la semifinal de la Copa de la Reina. El pase lo consiguió ayer tras derrotar por 22 a 18 a un poderoso La Unión Ribarroja que empezó el choque con firmeza, pero que, en la segunda, acabó siendo esclavo de sus imprecisiones en la segunda parte.

Aunque las de Ambros Martín salieron a la pista algo indecisas y con nerviosismo, poco a poco fueron calmándose y desplegando el buen juego que avala su actual buen momento de forma y su permanencia en la lucha también por el título de Liga y de la Copa EHF.

El ejercer de anfitrionas fue para el equipo navarro un arma de doble filo que, al inicio de la primera parte, corrió en su contra.

El marcador se mantuvo bastante igualado, sin que el equipo estellés perdiera la cara al duelo, aunque el Ribarroja lució su mejor juego aferrándose a sus dos puntales: Annia Esjmont y Tatjana Medved (sus máximas anotadoras al final, con 6 goles cada una). Entonces fueron evidentes los problemas del Itxako en ataque frente a la acertada defensa abierta del rival, que provocó varios tiros fuera de los tres palos y pérdidas de balón.

Ya en la segunda parte, un cambio táctico en la defensa local, que pasó de la 6-0 a una 3-2-1 resultó clave para reducir el gol con el que las rivales se habían ido de renta al descanso y para que el Ribarroja ya no jugara al mismo nivel que durante la primera mitad.

El Itxako se creció ayudado por el aliento de su afición y abrió, poco a poco, una distancia en el luminoso que llegó a ser de seis tantos pasados el minuto 45. A partir de ese momento, las locales supieron mantener ya esa renta, desplegando un buen juego y destacando la actuación de las porteras amarillas, de la pivote Medeiros y lde a lateral Nely Carla.

La portera rival también cosechó una buena actuación, pero no fue suficiente para doblegar a un Itxako que supo leer muy bien la situación del partido. Ahora, tras la que fue la segunda victoria de las estellesas ante el Ribarroja de la historia, el cuadro navarro sólo piensa ya en el duelo del sábado frente al Akaba Bera Bera y en el reto de romper con el gafe que les persigue en la semifinal, ronda que nunca han pasado pese a haberla jugado ya en otras dos ocasiones.