Mariano Castilla, que dice haber visitado ya la nueva conexión entre el Casto Antiguo y la Rochapea, quiere hacer constar un detalle que ha encontrado en el nuevo edificio situado en la calle Descalzos y que alberga los ascensores. "Las escaleras que comunican la planta baja con el resto de los pisos del edificio, tienen una barandilla de cristal que en su parte superior presenta unas terminaciones puntiagudas. Me parece que resulta algo peligroso, sobre todo a la hora de bajar, porque se puede desgarrar uno las manos. Yo propondría al Ayuntamiento que coloque un pasamanos de plástico o de metal que sirva de protección y evite que alguien se haga daño", comenta este vecino.
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