Reveló que Carlos Chivite se negó a conformar una mesa de partidos en Navarra durante la tregua
El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, aseguró hoy que las medidas "verdaderamente eficaces" en la lucha contra ETA, como fue a su juicio la Ley de Partidos, tienen "costes electorales" como perder el apoyo de los partidos nacionalistas en otras políticas, argumentos que en su opinión hacen necesario el acuerdo entre los dos grandes partidos nacionales, PSOE y PP, y el reparto entre ambos de las consecuencias.
En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el dirigente navarro apostó por que las dos formaciones recuperen el Pacto por las Libertades en esta legislatura, olvidándose de los "intereses electorales", aportando "ideas" y convenciéndose de que "sin su acuerdo es imposible acabar con el terrorismo, porque las medidas tienen costes electorales que se deben repartir entre ambos".
Miguel Sanz se mostró favorable a que otros partidos se apunten a este acuerdo, aunque expresó sus dudas a que dé el paso el PNV. Los acuerdos que este partido suscribió en el pasado, como el de Ajuria Enea o Madrid, contenían a su juicio "exclusivamente literatura". La eficacia contra ETA, continuó, llegó con la Ley de Partidos y el Pacto por las Libertades. "Hay que recuperar ese camino, sin una postura radical contra que se integren otras fuerzas", manifestó.
El dirigente navarro dejó claro que sus "pocas esperanzas" en el PNV "desaparecieron" tras la negativa del partido que hoy dirige Iñigo Urkullu a desalojar de la alcaldía a ANV en Mondragón. "Al final, siempre excusas y excusas de mal pagador para justificar actitudes incomprensibles en un Estado de Derecho", dijo. Tampoco confía en una posible "rectificación", añadió, porque estaría siempre motivada por "un interés partidario" y no en razones "morales y éticas".
Chivite y la mesa de negociación navarra
Al desayuno de hoy en Madrid acudieron, entre otros invitados, el secretario de Organización del PSN-PSOE, Samuel Caro, y el portavoz socialista en el Parlamento de Navarra, Roberto Jiménez, y en sus primeras palabras, Miguel Sanz tuvo un recuerdo para el jefe de filas de ambos, Carlos Chivite, secretario general del PSN, "compañero, paisano y amigo", dijo, fallecido el pasado 31 de marzo tras sufrir una hemorragia cerebral.
En las preguntas posteriores sobre la pasada tregua de ETA y la negociación con el Gobierno, el presidente navarro afirmó que "no todos los implicados en el proceso actuaron de la misma manera" y desveló que Carlos Chivite "se negó a conformar" una mesa de partidos en Navarra, paralela a la negociación con la banda terrorista, y a "participar" con el PSE en la que se intentó en el País Vasco y que incluía a Batasuna.
"No hubo socialistas navarros, jugaron un papel importante. Confío en las personas porque las organizaciones se hacen con personas y las que hoy dirigen el PSN me dan cierta confianza", aseguró el presidente navarro. En su opinión, la dirección socialista "comparte criterios" con UPN y el PP sobre la identidad de Navarra.
En cuanto a la negociación del Gobierno con ETA, el presidente autonómico aseguró que el "precipicio" al que se asomó el Ejecutivo fue "ser conscientes de que la consecución de la paz era más importante que el camino utilizado, es decir, que el fin justifica los medios, y eso es un error".
El órgano común con la CAV, imposible
También fue preguntado Miguel Sanz por las informaciones acerca de que Navarra estuvo en la mesa de negociación entre el Gobierno y ETA, mediante la conformación de un órgano común con la Comunidad Autónoma Vasca. Miguel Sanz recordó que esta posibilidad se llevó adelante ya en 1996, con el entonces Gobierno del PSN, CDN y EA, que cayó por un caso de corrupción.
"Nosotros nos opusimos, pero se hizo entre partidos democráticos. Lo grave es que ese órgano se ofrezca a ETA. Para mí, eso es lo grave", manifestó. "Es una artimaña para ocultar una federación de Comunidades Autónomas que prohíbe la Constitución. Es dar pasos hacia una Comunidad a cuatro, que es lo que pidió ETA, y caminar hacia una separación de España".
El dirigente navarro aclaró a continuación que, aun no existiendo la organización terrorista, este órgano común a su juicio no tendría razón de ser. "¿Cómo voy a alcanzar un acuerdo con alguien que quiere laminarme, que quiere que Navarra desaparezca, con personas que tienen por objetivo lo contrario de lo que quieren los navarros, con quien no tiene respeto institucional?", inquirió.
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