Tras el parto algunas mujeres sufren depresión, pero Jennifer López no es una mujer cualquiera y después de dar a luz a sus mellizos lo que padece es una obsesión con que los pequeños contraigan algún tipo de bacteria o enfermedad. Para ellos, ha situado en toda la casa dispensadores de un jabón especial para que aquellos que quieran conocer a sus hijos se laven las manos. Además, para acercarse a ellos deberán llevar puesta siempre una mascarilla para evitar la contaminación microscópica.
Los hijos de Jennifer y Marc, apenas tienen una semana de vida, sin embargo ya cuentan con guardaespaldas las 24 horas y con masajista privado que les relaje durante el día. OTR/PRESS
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