Antonio María Rouco obtuvo 39 de los 77 votos posibles, dos más que Ricardo Blázquez, elegido vicepresidente
El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, de 71 años, elegido ayer nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, ofreció la colaboración leal de los obispos a "la autoridad política" bajo el principio del bien común, durante su primera comparecencia pública tras su elección.
El cardenal, que salió elegido en primera votación frente al hasta ahora presidente Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao, por dos votos de diferencia, recalcó que el cargo que desde ayer ocupa tiene la "categoría de servicio", y se trata de un trabajo adicional al que los obispos tienen pastoralmente al frente de sus diócesis respectivas.
Se trata pues de "un sacrificio más, un servicio a la CEE y a los obispos", porque el presidente, explicó, "no es la cabeza del episcopado" ni "el jefe de los obispos", ya que la relación jerárquica de los prelados se establece directamente con el Papa, y la función del presidente de una conferencia episcopal es el servicio en la comunión de los obispos.
Sin preguntas
Rouco, que acudió a las 12.40 horas a la sala de prensa acompañado por el secretario y portavoz de la CEE, el recientemente nombrado obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, y del responsable del departamento de comunicación, Isidro Catela, se mostró sorprendido y agradecido por la expectación despertada.
Prácticamente rodeado por las cámaras de televisión, gráficos y periodistas que llenaban la sala de prensa e impedían el paso por los pasillos de la misma, el presidente inició su comparecencia -sin permitir preguntas- expresando su "asombro y agradecimiento porque la elección haya tenido este eco tan importante en los medios".
Juan Antonio Martínez Camino informó previamente de los resultados de la votación y explicó que Rouco había salido elegido en la primera votación con todos los obispos con derecho a voto presentes, a excepción de Juan José Omella, obispo de Calahorra-La Calzada, que no había acudido a la Asamblea Plenaria por encontrarse enfermo. Antonio María Rouco, que dará una rueda de prensa en fechas próximas, dijo también que el servicio de la Conferencia Episcopal es el de dar testimonio cristiano y el de fomentar el diálogo con la sociedad y la cultura. El cardenal finalizó su comparecencia afirmando que otra función de la CEE y de sus obispos es "la colaboración leal con la autoridad política, pensando en el bien común". Y explicó que en las relaciones con la comunidad política la Iglesia se guía siempre por los documentos del Concilio Vaticano II.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual