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IGNACIO "EL CHINO" SÁNCHEZ KICK-BOXER

"Sueño con que sea una pelea vibrante"

Ochenta combates en sus carnes y ocho títulos mundiales en sus vitrinas. A sus 33 años, el burladés se despide de los cuadriláteros tras de una carrera ejemplar. El Anaitasuna se llenará el sábado para decirle adiós

Actualizada Miércoles, 5 de marzo de 2008 - 04:00 h.
  • FERNANDO CIORDIA . PAMPLONA

Representa perfectamente a ese deportista subterráneo que nunca ha ocupado portadas ni ha recibido galardones. Y eso que ha sido ocho veces campeón del mundo y que cada vez que aparece en el Anaitasuna arrastra a tres millares de espectadores. Sin duda, la recompensa a 18 años de sudor diario en el gimnasio Kanku de Burlada. Después de una carrera simplemente ejemplar, este sábado saltará por última vez al ring con la disputa en Pamplona del Europeo.

¿Está nervioso?

Estoy como siempre. Me lo tomo como una pelea más. No pienso en que es la última. Disputo un título y sigo el mismo entrenamiento y predisposición para ganar.

¿Cuál es su despedida soñada?

Quiero ganar. Me da igual sufrir cuatro o cinco asaltos. Me gustaría que fuera una pelea entretenida y que la gente se levantara de sus asientos, como algunos combates que he hecho. Que se fuera contenta tras ver una pelea dura, calidad y, sobre todo, vibrante.

La del sábado será la número...

He perdido la cuenta. Son unas 80.

¿Se acuerda de la primera?

Era un Interclubes en el gimnasio Kanku, a finales del año 90, una antesala de los campeonatos más serios. Tenía 16 añicos. Peleé contra una chaval de la Ribera. Era mayor que yo y perdí. Luego fui al Campeonato de España Amateur y quedé segundo.

¿Entonces se planteó llegar lejos?

¡Qué va! Ni por asomo. En esas primeras peleas, nadie partía con ventaja. Yo llevaba siete meses y era un conejico.

¿Sabía dónde se metía?

Se apuntó un amigo mío y me convenció. Después de clase, íbamos al gimnasio.

¿Qué combate no se le borrará nunca?

No me quedo con ninguno, sino con secuencias de varios. Ha habido asaltos que he ido perdiendo claramente, ha sonado la flauta y le he cazado al otro para dejarlo sentado.

¿Y cuál borraría?

El último en Pamplona ante el ruso. Todas las derrotas duelen, pero esa me dolió mucho. Había entrenado muchísimo, varios meses como un espartano, y perdí a los pocos segundos. El otro también tuvo mérito. Era rapidísimo y no estoy acostumbrado a pelear con gente más baja que yo. Me tenía que agachar para pegarle y no me vino bien.

¿Ahí es cuando pensó en retirarse?

Ya lo había pensado y esa fue la gota que colmó el vaso. Terminé el combate, me duché y dije que ya no iba a pelear más. Estaba caliente, pero los compañeros de toda la vida me convencieron para que hiciera la última pelea y despedirme con bien sabor de boca. Al final, valoré la situación y di la vuelta a la tortilla. Me propusieron aspirar al título de Europa, que está vacante. Lo acepté y estará en juego el sábado. Es un motivo extra.

¿Cuál ha sido el lugar más espectacular donde ha peleado?

En París Bercy, ante 10.000 personas. Era la final de un torneo con los ocho mejores: seis franceses, un croata y yo. Fue en la Semana Santa de 2003. En una misma noche se disputaban todas las eliminatorias hasta la final. El premio era suculento y perdí en semifinales. Me acuerdo que justo había estallado la Guerra de Irak y yo estaba en Francia...

¿Qué pasó?

Me nombraron por megafonía: "¡Ignacio Sánchez, de España!" Al oír "España", toda la gente empezó a silbar. ¡Y yo tenía que salir a desfilar por una tarima, como las modelos! Nunca me habían silbado así de esa forma. Pero a mí me daba igual ese tema, yo no tenía nada que ver con la guerra. Fui a lo mío.

¿Se va con la sensación de haber sido un referente?

Me voy con la satisfacción de haber tenido a un entrenador como Joxe (Vicente Eguzkiza), el alma del kick-boxing. Además, la gente se ha volcado conmigo. Cuando me apunté, las veladas eran en el Labrit y no eran conocidas. O se iban a Francia, Madrid o Barcelona. Joxe nunca pudo pelear en Pamplona y se tenía que ganar la vida en el extranjero. Ahora, aquí metemos 3.000 personas pagando entrada.

¿Ha notado que su palmarés no se ha valorado?

No nos han dado las ayudas como a otros deportes. Es un arte marcial y tiene una equis de violento. Siempre estamos en la sombra, pero sin grandes apoyos hemos logrado muchos triunfos.

¿El sábado estará su familia?

Mi madre no ha ido nunca y mi padre sólo ha ido una vez, en Burlada, y se marchó a mitad del combate. Mi madre suele decirme que me cuide mucho. Mi hermano y mi mujer sí van. Además, los amigos, primos, tíos...

¿Cómo se han tomado la decisión?

Me decía mi madre que aguantara hasta final de año, pero ya le dije: "Ponte a correr tú otra vez!" (ríe). Es que detrás de una pelea, hay una preparación muy dura. A mí me gusta ir a correr cuando me apetece, no cuando tengo la obligación. Hay días que te apetece estar en el sofá, hay que cuidarse mucho en la alimentación....

¿Qué hará a partir del domingo?

Descansar de los golpes. Pero sé que luego se me hará un poco duro. Iré al gimnasio y algún día saldré a correr con los compañeros, haré pesas, les ayudaré a hacer técnica... Y si tengo que ponerme las manoplas, me las pondré. Lo que han hecho ellos conmigo, yo también lo haré. Yo me retiro de la competición, no de este deporte, que es una forma de vida. Ahora, podré permitirme estar un mes sin ir, pero sé que el gusanillo de ir lo tendré siempre.

Que el sábado salga todo bien.

Intentaré que la gente disfrute.


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  • animo txino!killo

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