Pekín toma medidas para aumentar la bioseguridad y proteger la salud para los JJ OO

Vista de uno de los edificios que integran la zona residencial construida para albergar a los atletas participantes en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Pekín precintará antes del próximo 15 de junio todos los laboratorios de la ciudad que trabajen con material potencialmente peligroso y ha dispuesto una batería de medidas para garantizar la salud de los visitantes durante los Juegos Olímpicos del próximo verano.

Pekín precintará antes del próximo 15 de junio todos los laboratorios de la ciudad que trabajen con material potencialmente peligroso y ha dispuesto una batería de medidas para garantizar la salud de los visitantes durante los Juegos Olímpicos del próximo verano.

"Pekín sellará, en lugares designados, todas las bacterias altamente patógenas de los laboratorios de la ciudad antes del 15 de junio para evitar infecciones u otros incidentes relativos a la bioseguridad durante los Juegos", dijo Jin Dapeng, alto cargo del sistema sanitario de la ciudad, citado hoy por el diario "China Daily".

"La higiene y los servicios médicos olímpicos han estado durante mucho tiempo en la cabecera de la agenda", añadió. "Hemos completado una guía con los servicios médicos de Pekín en ocho lenguas para los visitantes extranjeros".

Según Jin, Pekín ha formado a 175.000 miembros del personal sanitario en lenguas extranjeras y contará con 3.000 voluntarios, la mayoría de ellos estudiantes de medicina, que se unirán al equipo sanitario de los Juegos.

"Todos los servicios médicos estarán disponibles 24 horas al día durante los Juegos", anunció Jin, quien reveló que Pekín contará con 219 estaciones médicas en las sedes olímpicas, además de con 28 hospitales y una policlínica en la Villa Olímpica.

Para conseguir un ambiente lo más respirable posible, Pekín ha pedido a 40.000 restaurantes que cuelguen el cartel de "No fumar", aunque Jin reconoce que no será fácil obtener resultados porque hay "muchos comensales que disfrutan fumando durante y después de la cena".

En Pekín hay unos cuatro millones de fumadores y a pesar de todos los esfuerzos realizados hasta el momento por el gobierno los aficionados al tabaco gozan de gran impunidad a la hora de encender sus cigarrillos.

Los éxitos son limitados pero a estas alturas ya no está tan bien visto fumar en los taxis, estaciones de metros u otros lugares públicos que hace menos de un año estaban llenos de humo de tabaco.