Un gol de Xavi solventó el duelo al minutos tres
El Barça se acostó cariacontecido después de lograr su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones tras volver a derrotar con un solitario gol de Xavi al Celtic de Glasgow. Su alegría por un pase labrado en la ida (2-3) quedó bañado en un mar de incertidumbre por un golpe de digestión muy difícil.
Una noche plácida se tornó por culpa de una lesión en una noche desoladora. Otra vez Leo Messi. Otra vez el megacrack azulgrana. El talento más decisivo del Barça caía roto sobre el césped del Camp Nou. Una nueva rotura muscular le apartaba del terreno de juego. Su respuesta enmudeció al público y sobretodo desencajó a sus compañeros. Valdés se lamentaba desde la distancia mientras Deco se abalanzaba sobre su compañero para intentar consolarlo. Poco pudieron hacer. Ni el portugués de adopción, ni Puyol ni Henry lograron atajar las lágrimas del argentino.
El percance de Messi trastorno el desarrollo del choque ante el Celtic. Por si el 2-3 de la ida no fuera suficiente, el Barça selló su pase en tres minutos. Los azulgrana tocaron y tocaron hasta batir a Boruc en una espléndida combinación rematada acrobáticamente por un Xavi en estado de gracia.
La ventaja disminuyó el ansia azulgrana. El Barça se limitó a verlas venir sin apretador el acelerador. Eto"o y Puyol generaron un par de ocasiones ante un Celtic que rendía pleitesía a su rival.
Tampoco Rijkaard le dio algo de vidilla a un partido para olvidar. El holandés se olvidó de un Bojan que perdió su última oportunidad para batir el record como el goleador más joven de la máxima competición europea.
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