Bill Clinton dijo hace una semana que su esposa tenía que ganar alguno de estos estados para seguir adelante
Hillary Clinton se juega este martes su futuro como candidata demócrata en las elecciones primarias que se celebran en Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island. Tras 11 victorias consecutivas de su contrincante, Barack Obama, por la nominación de su partido, la ex primera dama necesita urgentemente una victoria para continuar la carrera.
"Si nos va bien en Texas y Ohio, pienso que matemáticamente las cifras llegan a un punto en el que a ella le va a ser difícil ganar la candidatura y tendrán que tomar una decisión respecto a cuánto tanto quieren seguir con esto", dijo el senador de Illinois en momentos en que el enfrentamiento con Clinton es más intenso que nunca.
No es el único que ha hecho la misma previsión. Incluso, el presidente Bill Clinton dijo hace una semana que su esposa tenía que ganar alguno de estos estados para seguir adelante.
Los analistas aseguran que poco a poco la senadora ha perdido el apoyo de su propio partido, aunque Clinton insiste en que nada está escrito.
"Apenas estamos en el calentamiento", señaló la senadora en Ohio el lunes. "Pienso que el martes nos va a ir bien. Pienso que va a ser un mensaje muy significativo para el país y, después de eso, seguiremos con Pensilvania y los siguientes estados", declaró la ex primera dama.
Esto significaría que la competencia entre los aspirantes demócratas podría continuar hasta el 22 de abril, cuando se celebran las primarias en Pensilvania o, incluso, el enfrentamiento podría seguir hasta la Convención del Partido en Denver a finales de agosto.
Este panorama perjudicaría, en opinión de muchos demócratas, las oportunidades de su partido para ganar la Casa Blanca en noviembre ya que, mientras ellos continúan con una lucha "fratricida", gastando millones de dólares, los republicanos podrían prepararse para el combate final.
El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, que también compitió por la nominación y no ha dado a ninguno su apoyo, advirtió que "quienquiera que tenga un mayor número de delegados después de este martes debería de ser el candidato", porque hay que comenzar a prepararse para la contienda final frente a los republicanos.
Mark Peen, estratega de la campaña Clinton, asegura, sin embargo, que todavía la candidata tienen grandes oportunidades, a pesar de que la prensa ha querido terminar su carrera hacia la Casa Blanca en varias ocasiones.
"Ha sido una carrera llena de altibajos y cada vez que quieren terminarla, los electores han dicho que no, que tenemos que esperar a que ellos tomen la decisión", señaló Penn.
Tanto Obama como Clinton están peleando este martes por un total de 370 delegados, más los "superdelegados" que pueden decidir por cualquier de los dos sin importar el ganador.
Texas y Ohio son el gran premio y, en ambos estados, las encuestas muestran una competencia muy cerrada, con muy poca diferencia entre los precandidatos.
Por el momento, y según cálculos no oficiales, Obama cuenta con 1.385 delegados, pero aún le faltan bastantes para alcanzar los 2.025 que necesita para la nominación de su partido. Clinton, por su parte, cuenta con 1.276.
Mientras Obama intenta consolidar su ventaja, en el lado republicano quedan aún dos candidatos: John McCain y Mike Huckabee, pero no hay duda de quién será el ganador a largo plazo.
Los candidatos republicanos necesitan 1.191 delegados para llevarse la nominación de su partido y McCain ya cuenta con 1,014. Este martes podría terminar por alcanzar el número deseado y dejar atrás a Huckabee que cuenta sólo con 257. Entre los cuatro estados, están en juego 265 delegados.
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