Lleno en la plaza de toros de la capital y petición de votos "para un proyecto que no es de derechas ni de izquierdas"
La plaza de toros de León estaba a rebosar y José María Aznar llegó por sorpresa, acompañando a Mariano Rajoy. El líder del PP quiso dar un golpe de efecto invitando a su antecesor a compartir mitin con él, por primera vez.
Rajoy quiso demostrar así que acude a estas elecciones con el bagaje de los Gobiernos de Aznar y un discurso sin complejos a favor de la unidad de España, el modelo económico experimentado en 1996 y una política antiterrorista que sólo busca la derrota de ETA.
"¡Vamos a mandar a Zapatero a casa!", clamó Aznar nada más subir a la tribuna. "¡Vamos a por ellos con el esfuerzo de todos!", continuó.
El equipo de campaña había planificado minuciosamente el protagonismo de Aznar, al que redujo a la mínima presencia -con apenas tres mítines en Asturias, Madrid y Murcia - para hacerle coincidir con el candidato, precisamente en la víspera de su decisivo debate con Rodríguez Zapatero.
Proyecto para todos
"Es una demostración de fuerza", explicaba un directivo del PP, impresionado por el masivo acto desarrollado en León.
Aznar y Rajoy coincidieron en el mismo discurso y argumentos en sus intervenciones y también ambos pidieron el voto para un proyecto que "no es de derechas ni de izquierdas", en palabras del candidato.
Aznar fue muy explícito a la hora de pedir el apoyo de los votantes socialistas de 2004, que ahora pueden inclinarse por dar un margen de confianza a la gestión popular de los asuntos públicos.
"Estas ideas básicas -dijo Aznar- pueden tener el apoyo de una mayoría que, a lo mejor no se entusiasma con el PP, a lo mejor no se entusiasma con Mariano o piensa que yo tengo el bigote torcido, pero siente que estas preocupaciones las puede interpretar mejor Mariano Rajoy".
El ex presidente pidió una "mayoría razonable" para el aspirante del PP a La Moncloa y dijo que "cuantos más en la izquierda piensen que merece la pena apostar por las cosas serias, mejor"; porque avisó de que "vienen años duros en economía", es necesario fortalecer la convivencia, defender a España y a su bandera y derrotar al terrorismo.
Perfil bajo
Aznar dejó el ambiente caldeado, pero Mariano Rajoy optó por ofrecer un mitin de perfil bajo y no compitió con su predecesor, al que dedicó unas palabras de agradecimiento al prometer que "en mi memoria, en mi cabeza y en mi corazón estarás siempre". Rajoy añadió algunos mensajes previos al debate y dijo que Rodríguez Zapatero no querrá hablar de economía ni de inmigración sino que intentará regresar al pasado.
De cara al futuro
Y prometió que el presidente del Gobierno "tendrá que dar cuenta de su gestión y de lo que va a hacer porque yo se lo voy a exigir".
Mientras, reclamó el apoyo a un proyecto "en el que caben todos", acusó al candidato socialista de huir de la moderación, el equilibrio y la razón porque "va como un poseso a pedir el voto de los radicales".
El PP de Castilla y León quiso exhibir su pujanza en la tierra de Zapatero, llenando la plaza de toros, mientras que el líder del PSOE pasó por un polideportivo.
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