Javier Cabanas, entrenador del Portland, aún no acaba de explicarse qué es lo que le había ocurrido a su equipo en el inicio de la segunda parte. "Teníamos el choque controlado, estábamos jugando no un gran balonmano pero sí de forma aceptable y, de repente,... en los cinco minutos iniciales de la segunda parte les hemos permitido entrar de lleno en el partido, se han crecido y nos han hecho sufrir mucho. Han sido cinco minutos que casi nos cuestan el partido. Al menos hemos podido salvar los puntos", apuntaba.
Cabanas reconoció la irregularidad del juego del equipo como su principal problema. "Al descanso nadie podía pensar en que esto iba a ocurrir. Pero, no sé si por un exceso de confianza o por qué, hemos tenido un bache negativo como hacía tiempo que no teníamos", explicaba, antes de reconocer que el domingo ante el Flensburgo "puede pasar de todo. Somos capaces de lo mejor y de lo peor".
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