La fiscalía del diminuto principado se centra en averiguar cómo se filtraron datos a través de Alemania
La trama de evasión fiscal a través de cuentas en Liechtenstein ha traspasado las fronteras de este pequeño principado centroeuropeo para extenderse como una tela de araña por una decena de países desarrollados. Entre ellos se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Australia o España, cuyas autoridades investigan ahora la implicación de algunos de sus ciudadanos. Sin embargo, desde Liechtenstein se critica los medios con los que se obtuvo estas informaciones y se difundieron desde Alemania, motivo por el cual la fiscalía investiga si en algún momento se revelaron secretos empresariales.
El escándalo estalló a raíz del cese del jefe del servicio postal de Alemania hace diez años por desviar su dinero a distintos paraísos fiscales. Berlín decidió cortar de raíz el problema y su servicio de inteligencia inició una investigación que concluyó recientemente con la compra por unos cuatro millones de euros de una lista de cuentas de ahorristas extranjeros a un espía interno en un banco de Liechtenstein.
Sin embargo, a Liechtenstein no le ha gustado esta injerencia alemana en su territorio y, por este motivo, su fiscalía ha iniciado una investigación para determinar si el vendedor de la información y otros individuos han robado y transmitido secretos empresariales, según informaciones del diario suizo La Liberté recogidas por otr/press. El Ministerio Público ya ha comunicado estos requerimientos a la fiscalía de las localidades alemanas de Bochum y Munich.
En este chivatazo no había sólo ciudadanos alemanes, concretamente alrededor de 160 sospechosos, sino que también ha movilizado a las autoridades de Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido, Holanda, Estados Unidos, Francia, Italia, Suecia o España. Así, el viceministro de Economía italiano, Vincenzo Visco, habló de un "número considerable" de compatriotas en la lista, según informaciones de Univisión. Además, se habla también de un centenar en Suecia, el doble en Francia o 20 multimillonarios en Australia.
En España, también
La Agencia Tributaria española también se refirió en un comunicado a este escándalo fiscal para informar del inicio de pesquisas a un número indeterminado de ciudadanos implicados presuntamente en "fraude fiscal y evasión". De esta forma, Hacienda pretende esclarecer algunos movimientos de capital hacia un país considerado un paraíso fiscal por la OCDE y en el que las inversiones españolas sumaron 22,11 millones de euros en los últimos 15 años, si bien desde 2005 no se ha contabilizado ninguna.
Por su parte, la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) pidió hoy al Gobierno que solicite a la UE el bloqueo financiero para Liechtenstein y otros paraísos fiscales. "En el caso español, de poco han valido las medidas antiparaíso existentes en nuestra legislación y, en concreto, que Liechtenstein esté incluido en la lista de los 48 territorios calificados como paraísos fiscales", añadieron los inspectores en un comunicado. Asimismo, la IHE solicitó el endurecimiento de los castigos contemplados en el Código Penal por la utilización de estos países y la puesta en marcha de un plan de análisis de empresarios, profesionales, artistas y deportistas con residencia en estos limbos del dinero.
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