"Mamá, esto es para ti. Esto es para los cómicos de España que han traído la dignidad y el orgullo a nuestro oficio"
J AVIER, el orgullo de la saga Bardem se convirtió en la noche del domingo en el primer actor español que se alza con la codiciada estatuilla al encarnar al justiciero psicópata Anton Chiguhr en No es país para viejos, una hazaña que ya acarició en 2001 por su interpretación del escritor cubano Reinaldo Arenas en Antes que anochezca, cuando estuvo nominado como mejor actor protagonista.
Enfundado en un elegante esmoquin negro, Bardem dio las gracias a los hermanos Joel y Ethan Coen "por ser lo bastante locos y pensar que podía hacer esto y por darme el peor corte de pelo de la historia". Incluso el presentador de la gala, Jon Stewart, lo comparó en tono jocoso con otro de los grandes villanos de Hollywood, el despiadado Hannibal Lecter de El silencio de los corderos.
"Mamá, esto es para ti. Esto es para tus abuelos, para tus padres, Rafael y Matilde. Esto es para los cómicos de España que han traido la dignidad y el orgullo a nuestro oficio. Esto es para España. Y esto es para todos vosotros", dijo luego en español, mientras la actriz Pilar Bardem, no se perdía una palabra de su hijo desde la platea.El preseentador, el humorista Jon Stewart, tras el discurso del español , se dirigió al público y tradujo las palabras de Bardem, "porque yo aprendí español en el colegio". "Le ha dicho a su madre dónde estaba la biblioteca", aseguró Stewart, entre las risas del respetable.
Bardem, con rostro cansado, inició la ceremonia sentado en primera fila flanqueado a la izquierda por su madre, ataviada con un conjunto de "las rebajas", según ella misma bromeó antes de la gala, y por el actor Jack Nicholson a su derecha.
Horas después, Bardem comentaba el premio. "Estoy muy contento y tengo claro que es una parada en un camino, que llevo muchos años, y no pienso cambiar mi filosofía de trabajar: Tomar tiempo, trabajar duro y tener fe", dijo el actor. Bardem señaló que quería que su madre llorase. "Y ha llorado", afirmó Bardem.
El actor dijo que "todo el impacto", que supone la concesión de la estatuilla, empezará a asimilarlo hoy. "Hoy [por ayer] ha sido un día de mucho nervio", dijo refiriéndose, sobre todo, a que había traído doce personas desde España era difícil encontrar doce entradas para la gala.
Sobre su papel de asesino sin escrúpulos, Anton Chigurh, en esta película, Bardem restó importancia y dijo que no lo había hecho él solo. "Desde que vi Sangre fácil siempre soñé con poder trabajar con los Coen y ha sucedido", matizó, agregando que No es país para viejos ha sido "un trabajo global que ellos (los hermanos Coen) han orquestado con talento". Bardem reconoció que le hacían "mucha ilusión" los Oscar a la Mejor Película y el de dirección de No es país para viejos, "decir que más que el mío parecería que tiene poca importancia lo que ha sucedido".
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