HOLA. Me llamo M. y a mí también me telefoneó él hace unos días. Sucedió en una tarde tonta, a una hora lela, justo cuando encendía el ordenador del trabajo. Vibró el móvil y lo cogí. "¿Sí?", contesté. "Soy Mariano Rajoy. Te estamos esperando. ¿Dónde te has metido?", me dijo el interlocutor. Efectivamente, era la voz de Rajoy, que acto seguido me instó a que, si no podía ir, le mandase mi propuesta a su página web.
Me quedé de sal, sin saber si excusar mi ausencia en no sé dónde porque tenía que trabajar o explicarle que, si quería mi propuesta, me mandase antes un cheque al portador. Carcajadas a mi espalda me libraron de la parálisis. No era Rajoy de verdad, sino un mensaje grabado, una iniciativa propagandística del PP a través de su página web, en la que un compañero había escrito mi número de teléfono. "Están locos estos políticos", diría Obélix. Obvio. Y sus publicistas, de atar. Porque lo de la llamada es un riesgo. ¿Qué pasa si te suena el móvil estando en el baño, en pleno momentico y te lo corta? Una catástrofe en la que sería imposible sentir simpatía por Rajoy.
El candidato del PP ofrece un mitin este viernes en el Baluarte de Pamplona (20.00 horas). Da la impresión de que los asesores han aconsejado a Rajoy que se suelte y, por ejemplo, hace poco apareció en un programa de televisión regalando al presentador un habano que parecía un tronco. Ahí va mi propuesta, y gratis: fumar mata.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual