Olite y Falces celebraron ayer el Día del árbol. La primera localidad eligió un término situado a cinco kilómetros de ella, mientras que la segunda los plantó por distintas calles y zonas. El próximo domingo le toca a Tafalla
LA Zona Media lucirá esta primavera un color más verde gracias a Olite y Falces. Ambas localidades celebraron ayer el Día del árbol y plantaron en total 1.027. Aunque en lugares distintos y con especies distintas, en ambas destacaban o se hacían notar sobre todo los más pequeños.
Olite fue más madrugadora y reunió a sus vecinos sobre las nueve y media de la mañana en el término Bareton, a cinco kilómetros de la cabeza de Merindad. Esta actividad lleva realizándose desde hace diez años y está organizada por el Ayuntamiento, la sociedad de cazadores y la comisión de Medio Ambiente. Los 1.000 árboles se distribuyeron a lo largo de 10.000 metros cuadrados.
En ese mismo término se encuentra la planta de placas fotovoltaicas de Navarra. Este hecho no pasa desapercibido, ya que la elección de plantar las encinas, coscojas, enebros, ginebros y pinos es para compensar el impacto ambiental que provocan las placas. Además, dichos árboles potencian las especies cinegéticas.
Uno de los primeros en plantar árboles fue Iraultza Train Echegoyen, de 12 años y estudiante de 6º de Primaria. Tras finalizar esta tarea ecológica, las cerca de 70 personas que se encontraban en Bareton disfrutaron del almuerzo preparado por el Ayuntamiento. Bien ganado se lo tenían los pequeños Josefina Rodeles Pozo, de 10 años, y sus dos amigos Pablo Barado Eraso, de 11 años, y Miriam Gil Pérez, de 10. "Hemos plantado unos 30 árboles. Es muy divertido coger la azada y cavar el hoyo", comentaba Miriam Gil, que a diferencia de sus amigos, era la primera vez que participaba en esta actividad. Por su parte, Pablo Barado reconocía que no visitaba los árboles que había plantado otros años. "¡Ni me acuerdo dónde están!", confesaba. En este sentido, el vecino Antonio Domínguez Laborda (El Chi) de 37 años, subrayaba la dejadez que a veces se tiene con los árboles. "Están muy bien estas actividades, pero después nos deberíamos comprometer a cuidarlos y regarlos en sus primeros años, que es cuando más falta les hace", proponía.
Lección aprendida
En Falces, la plantación se distribuyó entre los jardines del centro cívico, la calle Ramón y Cajal, el Corazón de Jesús y la Plaza cine Aurora. La comisión de Medio Ambiente eligió una diversidad de especies con las que también buscaba la estética de las zonas (arces, ciruelos, moreros y árboles del paraíso). Un grupo de chicos que este año celebrará la Primera Comunión marcharon a la Plaza cine Aurora con sus azadas para plantar los árboles. Además, acudieron con la lección bien aprendida. Se sabían los derechos de los árboles y cómo debían respetarlos: "¡Tienen que nacer, crecer y vivir!", gritaron al unísono los pequeños de Falces.
La jornada también se convirtió en una excusa para que las familias pasaran un día juntos. Éste fue el caso del matrimonio formado por Pili Gurrea Ramos y Antonio Padilla Moyano. Ambos acudieron con sus hijos Nekane, de 11 años y Andoni, de 7.
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