La explosión causó "bastantes" destrozos materiales en las instalaciones del repetidor
La bomba-trampa que el pasado sábado ETA colocó en el repetidor de telecomunicaciones situado en las inmediaciones del Monte Arnotegi, a escasos kilómetros de Bilbao, estaba compuesta por cinco kilos de cloratita y, tal y como se apuntó, su objetivo eran los agentes de la Ertzaintza que acudieran a desactivarla. El alcalde de la capital vizcaína, el peneuvista Iñaki Azkuna, se refirió hoy al afortunadamente fallido intento de la banda terrorista de harcerse notar en campaña a través de la sangre y ETA no va a amedrentar, asustar ni se van a dejar "comer el coco" por la banda terrorista.
Según informó el Departamento de Interior del Gobierno vasco confirmó que la bomba-trampa colocada por ETA estaba compuesta por cinco kilos de cloratita y su objetivo era atentar contra los agentes de la Ertzaintza que acudieran a desactivarla tras la llamada anónima que alertó de su existencia. El artefacto estaba listo para explotar en el momento en el que los agentes comenzaran a manipularlo aunque solo dañó al robot utilizado por los artificeros para intentar desactivar la bomba.
La bomba-trampa colcada en el repetidor de Arnotegi, era de unas características tales que "si cualquier policía la hubiese tocado, hubiese explotado", confirmó el alcade de Bilbao que la labor de los artificieros de la Ertzaintza, que, a su juicio, actuaron "extraordinariamente bien, como buenos profesionales" y fueron "muy eficaces e hicieron explotar esa bomba" de manera controlada.
Azkuna subrayó que la caseta del repetidor donde ETA colocó la bomba "ha quedado destrozada" y recordó que, en su parte trasera existían instrumentos de Televisión Española que dijo creer que "han sufrido pocos desperfectos". En la parte delantera, "la que da a Bilbao", donde se encontraba parte de un repetidor de la Policía Municipal y unos instrumentos del Gobierno vasco, "ha quedado absolutamente destrozada".
Una "broma" de 65.000 euros
"La broma costará unos 65.000 euros", apuntó Azkuna que acto seguido apuntó que, "al fin y al cabo es dinero y el dinero tiene arreglo" y "lo que no hubiera tenido arreglo" que ETA hubiera conseguido su objetivo: "que algún artificiero o algún policía se acercara allí, tocase la bomba y hubiese habido muertos".
"Porque cando hay muertos no hay solución y eso no se arregla ni con dinero ni con nada, mientras que lo otro, lo arreglaremos inmediatamente" afirmó Azkuna que advirtió que aunque ETA intentando imponer su miedo a fuerza de kilos de explosivos "nosotros no vamos a estar a lo que dicte ETA, no nos va a amedrentar, ni nos va a asustar y no nos vamos a dejar comer el coco por ETA".En ese sentido, Azkuna aseguró que arreglarán "inmediatamente los desperfectos" y recordó también que la Policía Municipal cuenta con otros repetidores, lo que garantizó "ya desde ayer una perfecta cobertura de transmisiones".
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