Cometieron "el error garrafal" de obviar el segundo apellido y la rúbrica la hicieron en sentido inverso
No hay un sólo detalle que lleve a determinar que una firma es falsa. Para llegar a esta conclusión se necesitan dar una docena de pasos, analizar cada uno de ellos, y de la suma de todos los detalles, unos con más peso que otros, el informe pericial argumentará la falsedad o no de la firma. En el presente caso, el perito pamplonés Jesús Alfonso Bermejo Urbano analiza las firmas de la izquierda correspondientes al famoso delincuente Santiago Corella Ruiz, El Nani.
Tras un análisis superficial, el perito descubrió los siguientes detalles que avalan la teoría de que las firmas 1, 2 y 3 son falsas si se comparan con la auténtica (4).
Un tamaño diferente
Si metiéramos las firmas en una caja, las dimensiones de la auténtica y las dudosas serían muy distintas; es lo que se llama extensión absoluta de la firma, que se mide en centímetros cuadrados, y que en el caso de la auténtica es mucho mayor. Además, los falsificadores cometieron "el error garrafal" de no incluir el segundo apellido.
Forma de las letras
Para empezar, las letras en la firma original están adosadas, mientras que en las tres falsas se aprecia que están separadas. La "S" no es igual, es más tensa en la original, mientras que en la 3 se advierten temblores, como si el firmante hubiera dudado, y en la número 1 se ve que está retocada por su empastamiento. Estos dos síntomas: mayor grosor de trazo en la 1 y escritura lenta en la 3, denotan falsificación, puesto que una firma es espontánea y se hace sin dudar. El asta de la "t" (el sombrero) es distinto. En la original se advierte que es regresivo (con bandera izquierda, mientras que en las falsas corta a la mitad. El asta, además, está colocada en la mitad en la verdadera, mientras que en las falsas se sitúa más arriba. La "a" de Corella también presenta diferencias: en la original es abierta a la izquierda, mientras que en las falsas presenta un bucle, y estos son gestos tipo de una persona muy personales. Con la "c", ocurre algo parecido. El punto de la "i" se advierte en la firma número 2, mientras que en la 1 es tapado por el asta de la "t". En la auténtica no hay punto. También la jamba de la "g (la parte inferior) está más torsionada en la original que en las falsas. Los ejes literales (la inclinación o no de las letras) son fáciles de copiar, y así se demuestra, porque son muy parecidos.
La rúbrica, al revés
En la auténtica, el punto de ataque (por donde empieza a escribir) se sitúa abajo. De ahí comienza a hacer la rúbrica y sigue el trazo natural de la escritura, de izquierda a derecha. En las falsas, el desenvolvimiento gráfico es contrario, comienza arriba y se ven pequeños visados (puntitos que pierden intensidad) en la salida. El punto de ataque se puede distinguir porque al apoyar se deja algo más de tinta al apoyar el instrumento tipográfico y en el punto de salida, cuanto termina, se advierte pérdida de intensidad. El ángulo de la rúbrica (la base de la parte central que hace una especie de "l") tiene un ángulo hacia la derecha en la auténtica, algo que no se ve en las tres primeras. Además, esta parte vertical está situado en diferentes puntos: en la auténtica corta el apellido y en las otras no.
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