Ofreció un recital de cerca de dos horas y cuarto, en el que repasó todos sus grandes éxitos
Alrededor de un millar de espectadores acudieron ayer al Baluarte para escuchar el concierto de Ana Belén, un recital de cerca de dos horas y cuarto en el que repasó prácticamente todos sus éxitos, aunque con arreglos que los hacían sonar algo diferentes. "Las hemos puesto trajecitos nuevos y quedan la mar de bonitos", dijo en un momento del concierto la cantante.
El recital comenzó puntual, a las 20 horas, y de una manera muy teatral. La madrileña salió a un escenario donde los instrumentos se habían quedado en el suelo, tapados por telas. Y comenzó a contar historias sobre sus canciones, a las que, uno a uno, iban dando respuesta sus músicos, que comenzaban a su vez a tocar. Entre ellos, estaba también su hijo, David San José, que es también compositor de algunas canciones de su último disco.
Vestida con una túnica burdeos y un traje naranja, Ana Belén arrancó con uno de sus grandes éxitos, Derroche.A lo largo del recital, en un escenario donde destacaba la gran pantalla que proyectaba imágenes alegóricas, irían sonando temas tan conocidos como Peces de ciudad,canción de Sabina, Qué será, Lía,pero también otros de su último trabajo, Anatomía.
Pobrecita de mífue la canción que cerró el bloque antes de los bises, para los que la cantante dejó varias de sus mejores bazas: Sólo le pido a Dios, Desde mi libertado A la sombra de un león.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual