El arquitecto municipal subrayó que otro de los cambios afecta a la estructura del ascensor y la pasarela, considerada muy pesada por la dirección general de Cultura y más liviana ahora al aligerar sus perfiles de acero y recubrirse con vidrio. El Ayuntamiento considera que con ambas modificaciones -la eliminación de una de las dos pasarelas y la reducción de elementos de acero- no habrá problema en sacar adelante el proyecto.
También Amife, la asociación de minusválidos físicos, se ha implicado en la actuación. Su representante, Peter Neumann, y la alcaldesa, Begoña Ganuza, firmaron ayer un convenio por el que la entidad aporta 10.000 euros para financiar el anteproyecto, que ha costado casi 14.000. A cambio, el Ayuntamiento se compromete, en caso de que el ascensor no esté en servicio a 31 de diciembre del 2009, a destinar esos 10.000 euros a eliminación de barreras arquitectónicas en la vía pública a lo largo del 2010 según una serie de prioridades establecidas por la propia Amife.
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