El criterio es común a la hora de servir el vaso en la barra pero hay puntos de vista distintos si es un servicio de comedor
ME da un vaso de agua, por favor? Hosteleros de todo tipo de establecimientos de Estella que escuchan a diario esta pregunta entre muchos de quienes se acercan a la barra reciben ahora con asombro la idea que se someterá hoy a la consideración del pleno municipal para fomentar el consumo de agua del grifo en sus locales.
Profesionales del sector consultados opinan sobre la propuesta, introducida en el capítulo de mociones, y explican qué criterio siguen habitualmente a la hora de servirla de la red o embotellada. ¿Lo hacen o no les agradan estas peticiones?
El edil no adscrito Jaime Garín ha planteado que Mancomunidad de Montejurra, previa solicitud del Ayuntamiento de Estella, distribuya una jarra de cristal en los establecimientos de la ciudad -existen 81 sociedades gastronómicas incluidas- con un doble objetivo. Se pretende, por un lado, fomentar el consumo del agua del grifo al tiempo que se da a conocer su calidad y, por otro, reducir los residuos generados por las botellas de plástico.
A niños sobre todo
"No creo que tenga sentido plantear algo así desde el Ayuntamiento con las preocupaciones que hay en Estella. Si alguien me pide un vaso de agua se lo doy y, si en ese momento tengo mucho jaleo, le pido que espere un poco. Ya me preocuparé yo luego de hacer lo correcto con los residuos y pienso que sí se deberían promover en cambio más campañas para el reciclaje". Con esta opinión, expresada por un veterano hostelero de la ciudad del Ega coinciden otros compañeros que tampoco han recibido la idea con agrado.
José Luis Portillo González cuenta, desde el Bar Izaskun, en pleno Casco Antiguo, que, convencido de que lo primero es el servicio a los clientes, ya sabe cómo actuar en este sentido. "Si vienen críos y me piden un vaso de agua ya se lo doy, pero lo mismo ocurre con personas que a veces lo quieren para tomarse una medicina e incluso un pincho. No nos negamos, pero tampoco creo que esa sea una prioridad cuando hay tantas cosas por hacer",argumenta.
En otro punto de la ciudad, en plena travesía entre puentes, Felipe Sangorrín Garro señala desde el bar Aralar que esta demanda viene principalmente de los niños. "Sin ninguna duda no les puedes negar algo así, sobre todo si son críos porque los adultos prefieren casi siempre la botella que luego a lo mejor se llevan consigo", añade.
En mesa o en barra
Pedir en la barra o hacerlo en la mesa del restaurante donde se va a comer. De un espacio a otro hay diferencias de costumbres a la hora de solicitar el agua y de criterios para servirla. José Ignacio Casanova Pitillas, propietario junto a sus hermanos del restaurante Casanova, explica que no resulta muy habitual en el segundo caso. "A la barra siempre vienen chavales que quieren un vaso. pero dentro la mayor parte opta por botella. Sólo un pequeño porcentaje, extranjeros casi siempre, te la piden en jarra porque resulta más barato. Nos guste o no, se la ponemos", argumenta.
Jesús Astarriaga Corres mantiene una punto de vista distinto en cuanto a este frente del servicio en el asador Astarriaga. "Siempre digo a todos los trabajadores que a un niño que está en la plaza y entra a pedirlo no se le puede negar nunca un vaso de agua, pero no estoy a favor para las mesas del comedor de las jarras que se plantea distribuir. Cuando en alguna ocasión me la han pedido, les he explicado mis argumentos a los clientes", señala.
El hostelero alude también a su responsabilidad a la hora de no generalizar el uso del agua del grifo y de mantener la embotellada desde un punto de vista sanitario. "Mancomunidad o cualquier empresa suministradora te garantiza la potabilidad del agua hasta el contador y, a partir de ahí, es responsabilidad mía. ¿Qué ocurre si, por ejemplo como me pasó el año pasado al romperse el filtro del descalcificador, la calidad no es la apropiada?", se pregunta este veterano hostelero estellés.
Otra compañera de profesión, Cristina Tomás Nuin, reconoce, desde su restaurante La Aljama de la ruta jacobea que peticiones de este tipo sí pueden perjudicar si se repiten mucho en terrazas u otras actividades porque es un servicio por el que no se paga, pero en su caso le ha ocurrido lo contrario. "La jarra puede ir, entre comillas, en contra de nuestros intereses al ser una consumición que no se cobra. Pero para nosotros, tener un agua del grifo de calidad está resultando genial porque nos ha permitido abaratar el precio de los menús ofertados a los peregrinos", añade.
La hostelera considera que, de haber tenido que incluir una botella por la que antes habría pagado, no hubieran podido incorporar estos menús de 8,50 euros. "Por lo general, optan por ésta opción, pero siempre nos viene también gente que no se fía de su calidad y nos la pide embotellada", argumenta.
Diariodenavarra.es no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores La discrepancia y la disparidad de puntos de vista serán siempre bienvenidos mientras no ataquen, amenacen o insulten a una persona, empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan obscenidades u otros contenidos de mal gusto.
Diariodenavarra.es se reserva el derecho a decidir las noticias que admiten comentarios de los lectores.
Atención: Tu petición no ha sido procesada correctamente. Comprueba que has rellenado todos los campos obligatorios correctamente y vuelve a intentarlo.
(*) Todas las opiniones que tengan rellenados estos campos pueden aparecer publicadas en el periódico impreso
Una niña bebe agua de la fuente de la plaza de Los Fueros de Estella. MONTXO A. G.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual