El paso a nivel sin barreras de Bakaiku dejará de ser un peligro en la línea Pamplona-Alsasua en el primer semestre de 2010, conforme al compromiso adoptado ayer por la consejera de Obras Públicas, Laura Alba, ante el alcalde de esta localidad, Eduardo Urrestarrazu y la edil Josune Gorriti. El anuncio, que pone fin a un período de gestiones de más de diez años, se produjo al día siguiente del último accidente en el cruce, que a punto estuvo de costar la vida a un joven de 27 años cuando trataba de sortear las vías con su vehículo y fue arrollado por un convoy de mercancías. A pesar de registrarse en la víspera, el siniestro no determinó la fecha de la reunión, programada semanas atrás para conocer la elección de las tres alternativas barajadas por los técnicos desde el punto de vista "funcional, ambiental y económico". El proyecto finalmente seleccionado, presupuestado en 6 millones de euros, consistirá en la construcción de un paso elevado "de planta curva con seis vanos" a unos cien metros en sentido Etxarri Aranatz de la actual intersección ferroviaria. Se trata de una solución, barajada en la etapa inicial de las conversaciones entre Gobierno foral y Ayuntamiento, que se materializará en las proximidades del polígono industrial. Los vanos que incorporará tratarán de minimizar el riesgo de inundación a que está expuesto el barrio de Barrenkale, surcado por el río Arakil.
Precisamente los antecedentes de formación de avenidas exigen un informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que la consejera de Obras Públicas espera obtener "en los próximos dos meses", junto a los últimos trámites administrativos que posibiliten al Gobierno licitar las obras "antes de verano".
El Ejecutivo foral pretende aprobar el proyecto "en breve", una vez desgranado sus detalles al Ayuntamiento en una reunión prevista "para la próxima semana". La exposición técnica a la delegación municipal descubrirá una solución "compleja", en palabras utilizadas ayer por la consejera. Para dar a entender su envergadura, la consejera comparó la inversión necesaria, de 6 millones, frente a los 600.000 euros que se desembolsan por término medio en este tipo de actuaciones.
Pasos a nivel pendientes
De los 46 pasos a nivel, contemplados en un convenio de supresión en 1998, quedan pendientes 5, amén de los de Ezquíroz y Berriozar, incluidos en la solución ideada para Pamplona. Además del existente en Bakaiku, el Gobierno foral asumirá el proyecto de Izurdiaga -que sacará a "información pública en breve"- y Garínoain, pendiente de una comisión con Renfe. Las obras en Noáin, impulsadas por Adif/Renfe, concluirán "antes de verano". En Arbizu, la propia compañía ferroviaria las "licitará este año".
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