La contención de precios en los menús es general. Incluso, algunos han optado por abaratarlos
QUIEN quiera encontrar síntomas de la crisis económica que no se arrime a los restaurantes de Pamplona y comarca este fin de semana ni el próximo. Hace días, incluso semanas, que muchos han colgado el cartel de lleno con motivo de las cenas de empresa. Las comidas que sientan a jefes y empleados alrededor del mismo mantel constituyen un clásico navideño con el que no está pudiendo la tempestad económica.
Sin duda, la crisis da una tregua a las cajas registradoras de la hostelería. "Estamos a tope. Para el viernes 19, que es el día más solicitado, llevamos un mes diciendo que no hay sitio", cuenta David Herrero del restaurante Casa Manolo, en el II Ensanche y con una capacidad para 160 personas. "La pena es que solamente son dos fines de semana. Ya podía ser así todo el año..."
La satisfacción entre los hosteleros por la respuesta de las empresas con esta cita navideña es general. "Si en el día a día, lo habitual, se ha registrado un bajón de la actividad entre el 20 y 30%, para las cenas de empresa apenas se está notando", afirma el gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Navarra (AEHN), Nacho Calvo.
Menús más ajustados
Aunque durante el pasado puente festivo ya se registraron algunas cenas de empresa, la mayoría de las celebraciones arrancan hoy, jueves, y seguirán mañana y el sábado. "Para el viernes y para el sábado tenemos a más de 300 personas con las cenas de empresa. Estamos contentos de cómo van las reservas", cuenta el gerente del restaurante Don Carlos, de Huarte, que este año ha mantenido los precios de los menús del año pasado, pero ha incluido en la oferta baile gratis para que los comensales no tengan que desplazarse.
La contención de los precios de los menús es una tónica general en la hostelería. Normalmente, las empresas solicitan a los restaurantes precios de menús cerrados (café y copa incluida). Si les convence, cierran la reserva. "Tratas de adaptarte. Ofertamos menús más ajustados, sin perder la calidad, porque es lo que se nos demanda. El año pasado, el precio del menú más típico era de 29 euros. Este año, el precio está en 22 euros", cuenta Araceli Sotés, encargada del restaurante Baserri. "Sí que a la hora de confeccionar un menú tienes en cuenta la situación económica, pero las reservas van bien, quizá un poco más lentas, pero bien", comentan en el restaurante Don Pablo.
Hay empresas fieles a un restaurante y otras que buscan novedades. El Portal de Descalzos, que hace cocina con producto ecológico, lamenta no disponer de más plazas estos días. "Nuestra capacidad es para 50 personas, pero si tenemos el Labrit lo llenamos", dice José Uranga.
No todo son luces, cuenta Antonio Esquinas, de El Dorado. "La gente quiere cenar pero a precios económicos. Se está funcionando bien, aunque hemos tenido el caso de que una empresa que ha anulado la reserva y lo ha justificado en la crisis. Siempre hay excepciones".
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