Los conductores que usen los anti-radares se enfrentarán a las multas de tráfico más altas del nuevo reglamento sancionador que el Gobierno remitió al Congreso de los Diputados.
Llevar estos aparatos, que inutilizan los radares de la Guardia Civil, se considerará como una falta muy grave. Costará 6.000 euros, la pérdida de 6 puntos y la suspensión del carné de conducir durante tres meses. Incluso, se podría llegar a desguazar un coche si el titular acumula varias multas de este tipo sin pagar. COLPISA
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