Ni el frío ni la lluvia desanimaron ayer a Oberena y Aluvión, que ofrecieron un trepidante partido. La primera parte, que finalizó con 1-0 para los locales, fue un auténtico toma y daca, con un ritmo y una intensidad agobiantes. Ambos conjuntos disfrutaron de ocasiones y el Aluvión amenazó con empatar en cualquier momento.
Pero "la traca" esperaba para la segunda mitad. En cuatro minutos Oberena marcó dos más y pareció sentenciar el partido. Ahí apareció Falces con su gol, que metía al Aluvión en el partido. Los de Cascante siguieron empujando pero el Oberena de ayer tuvo una efectividad increíble. Cada vez que Remacha enfilaba el área un nuevo gol caía en la portería ribera.
Con el 3-1, el delantero de Oberena ya llevaba dos, y de ahí al final del partido todavía anotó dos más en su cuenta particular. Quien también quiso unirse a la fiesta fue Varea, que marcó dos auténticos golazos. El primero, tras una mala salida del portero, recogió un balón a unos cuarenta metros y soltó un zapatazo que no se levantó más de dos palmos del suelo y se coló al lado del palo. Y el segundo, en un lanzamiento de falta inapelable que fusiló la meta de Mikel. Por juego, el Aluvión no mereció tanto castigo, pero el Oberena de ayer fue una apisonadora sobre la meta de Cascante.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual