El agresor, que llevaba una pulsera con GPS y que no funcionó, buscaba a su ex pareja, quien se salvó al no estar en casa
Durante un permiso carcelario, Maximino Couto Durán, un pontevedrés de 60 años condenado por maltrato, mató el sábado a golpes a su novia, María del Rosario Peso André, de 57, e hirió de gravedad a un matrimonio vecino de su ex pareja y al policía que intentaba detenerlo.
La anterior pareja de Maximino, Herminia, se salvó de la muerte porque no estaba en casa cuando el presunto homicida llegó a su domicilio en Mourente (Pontevedra). Se encontraba en el municipio de Portas, asistiendo a una fiesta de la matanza del cerdo. María del Rosario, la mujer asesinada, nunca había denunciado a Couto. Le visitaba regularmente en la prisión, donde le recogió el pasado jueves, para que dejaran el libertad a este maltratador reincidente.
El presunto homicida, que se confesó autor de las agresiones al ser detenido, tenía una orden de alejamiento de su pareja anterior.
Estaba condenado por un delito de violencia de género contra su ex mujer, por el que cumplía condena de dos años y siete meses en la prisión pontevedresa de A Lama. Disfrutaba de un permiso de cuatro días para preparar su cercano regreso a la vida en libertad.
La pulsera no funcionó
A pesar de portar en la muñeca una pulsera con GPS para alertar de un posible incumplimiento de la orden de alejamiento de su ex mujer y sus hijos, el mecanismo no se activó hasta tres horas más tarde, cuando el ya detenido había confesado las brutales agresiones.
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