La víctima es Teodoro Garcés Jáuregui, quien se encontraba en Ribaforada ayudando a sus sobrinos en las labores de pastoreo
El pastor Teodoro Garcés Jáuregui, soltero, de 69 años y vecino del concejo de Igal (del municipio de Güesa, en el valle de Salazar), falleció ayer tras ser arrollado por un tren de pasajeros en la localidad ribera de Fontellas. Garcés murió cuando trataba de reconducir a unas ovejas que se habían escapado de un campo y habían invadido las vías. En el suceso, que tuvo lugar en la línea Castejón-Zaragoza, también murieron alrededor de cien ovejas.
El fallecido se había trasladado a Ribaforada donde viven su hermana y sus sobrinos, Ángel y Lorenzo Fuertes, a los que ayudaba en las labores de pastoreo, algo que solía hacer durante la época de otoño e invierno. De hecho, en el momento del accidente estaba junto a su sobrino Lorenzo, que fue quien dio la voz de alarma de lo ocurrido.
Teodoro Garcés Jáuregui fue, hasta el pasado 2007, presidente del concejo de Igal, cargo que ostentó durante, al menos, ocho años. Hasta su jubilación, trabajó en la explotación de la madera. Vivía en la Casa Ros, residencia que la familia del fallecido poseía en Igal.
Tramos con buena visibilidad
El accidente tuvo lugar a las 15.22 horas. El rebaño de 600 ovejas que conducían ambos pastores se encontraba en un campo ubicado junto a la vía del ferrocarril en el paraje de El Castellar, en la muga entre los términos municipales de Ribaforada y Fontellas.
Por causas que se desconocen, parte del rebaño subió el talud de unos dos metros de altura que separa el campo donde se encontraba pastando de los raíles del ferrocarril e invadió la vía. Las ovejas se quedaron paradas en un tramo recto de la vía, de doble sentido, y con buena visibilidad.
Garcés intentó hacer retornar a las ovejas huidas. Para ello subió a la vía justo en el instante en el que llegaba al lugar el tren regional que une Zaragoza y Logroño, que arrolló al pastor y a las ovejas que se encontraban en la línea férrea.
El conductor del tren, donde viajaban 19 pasajeros, vio el rebaño y accionó el freno. Pero la distancia no era lo suficientemente amplia como para detenerse a tiempo, y no pudo evitar alcanzar al grupo de ovejas y arrollar al pastor. El tren terminó parando a varios metros de distancia del accidente.
La Agencia Navarra de Emergencias movilizó una dotación de bomberos del parque de Tudela y una ambulancia. Acudieron además dos patrullas de la brigada de prevención de Policía Foral, una brigada del área de Tráfico de este cuerpo y un equipo de atestados de la comisaría de Tudela, que se encarga de estudiar las causas del accidente.
Sin afección al tráfico
También estuvo presente en el lugar del suceso un alguacil de Ribaforada y varios empleados de Renfe que supervisaron el paso de los trenes que circularon por el lugar tras el suceso.
El cadáver de Teodoro Garcés Jáuregui fue trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal de Pamplona, donde se le realizará la correspondiente autopsia.
El tren quedó parado en la vía durante alrededor de 25 minutos. Durante este tiempo, el conductor y otro trabajador de Renfe comprobaron si la máquina había sufrido daños que impidieran continuar su trayecto. Pero no fue así y se optó por continuar la marcha. Esto evitó problemas en el tráfico ferroviario, que sí sufrió algún leve retraso hasta que fue despejada la vía de las cerca de cien ovejas muertas que quedaron sobre los raíles.
Por su parte, uno de los sobrinos de Garcés se encargó de retirar el resto de las ovejas que continuaban en el campo.
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