La sentencia dice que el Ayuntamiento debió limitar el volumen que llegaba de la terraza del bar al interior de las pisos
Un juez ha dado la razón a un vecino de Pamplona afectado por el volumen del ruido de la terraza de un bar en los pasados Sanfermines y ha anulado la resolución mediante la cual el Ayuntamiento limitaba el volumen sonoro al local, situado en la calle Amaya. Según el fallo, el Consistorio pamplonés no incluyó en su autorización el volumen que la citada música no debía sobrepasar dentro de las viviendas situadas encima y junto al local, así como sus limitaciones horarias.
En ella se incluía el límite de decibelios, pero sólo en el exterior de la terraza. La sentencia es recurrible.
En 2007, un juez también volvió a dar la razón a este vecino, Carlos Irujo , pero la posterior resolución del Ayuntamiento sobre el límite de ruido al bar tampoco incluyó un cambio en la resolución, según el vecino afectado, por lo que volvió a recurrir la nueva resolución. La Justicia ha vuelto de nuevo a darle la razón.
Según el demandante, el bar incumplió la autorización que se le dio en el Ayuntamiento puesto que la música sonaba al mismo volumen en el exterior del local que en el interior. El juez considera que, al margen de este incumplimiento por parte del bar, la resolución del Ayuntamiento no se ajustó a las disposiciones de aplicación. El vecino consideraba vulnerado el Decreto Foral por el que se establece que una terraza situada en una zona residencial no puede superar de noche los 45 decibelios, mientras que en la concesión del Ayuntamiento figuraban 70. Sin embargo, dice el juez, en este caso también hay que aplicar una Orden Foral sobre instalaciones desmontables de hostelería, que limita la emisión sonora en las viviendas situadas sobre el local a 30 decibelios durante la noche, "salvo en días señalados como fiestas patronales y otras de especial relevancia, respecto a las cuales el Ayuntamiento deberá especificar expresamente los niveles sonoros máximos autorizados". Y en la resolución del presente caso el Ayuntamiento no fijó el nivel sonoro en el interior de las viviendas.
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