La normalidad regresó ayer al centro tras el desbordamiento de pacientes en la tarde-noche del lunes
La sala de espera de las visitas de la primera planta del pabellón E del Hospital de Navarra, destinado al Servicio de Neumología y Geriatría, volvió ayer a recuperar su imagen y su utilidad natural. Los papeles de los cristales de las ventanas y de la puerta habían desaparecido. En el interior, los sillones de cuero negro, las macetas con las plantas y la mesa de cristal en el centro.
Nada que recordara que un día antes la sala de espera de las visitas hubiera hecho las veces de habitación para dos pacientes de edad avanzada, tal y como se informó ayer en este periódico.
La placa de la sala de espera de las visitas, que un día antes estaba tapada por un folio que indicaba la sala de espera provisional, también había recuperado su visibilidad. Y lo mismo había ocurrido con la sala de espera provisional.
El rincón del pasillo volvía a ser un rincón de pasillo. Ni rastro de la media docena de sillas donde un día antes se esperaron personas no ingresadas a las que se realiza pruebas o personas que van de visita. El folio que decía "No entrar. Hay pacientes" pegado en la puerta del despacho médico que por las noches había servido de habitación para pacientes (la 114 del citado pabellón) también había desaparecido ayer al mediodía.
En la tarde-noche del lunes al martes fue habilitada una sala de visitas en el Hospital de Navarra como habitación para enfermos. El motivo era la situación de lleno absoluto de todas las habitaciones del centro sanitario. Este problema se ha producido en algunas ocasiones este invierno pero es, según los responsables sanitarios, una situación puntual.
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