19/01/2014 a las 06:01
Alrededor de 400 vecinos del valle de Roncal, socios de las instalaciones deportivas de Isaba, llevan tres meses sin disponer de este servicio. Permanecen cerradas desde mediados de octubre debido a la complicada situación económica que atraviesa la empresa gestora, que entró en concurso de acreedores en verano. El Ayuntamiento trabaja para convocar un nuevo concurso y adjudicar la gestión a otra firma para reabrir "lo antes posible".
Las instalaciones, ubicadas a la entrada del pueblo, disponen de una piscina cubierta, un jacuzzi, una sauna, un gimnasio, espacios polivalentes y una piscina exterior de chapoteo para niños para el verano. Abrieron en el verano de 2010 y se adjudicó la gestión a la empresa Hydra Gestión Deportiva SL, cuya denominación social pasó en 2012 a Arga Sport Solutions SL, que se encuentra en concurso de acreedores.
"Tienen un problema a nivel global, aunque pensábamos que podrían seguir con la gestión de la piscina de Isaba hasta agosto de 2014, cuando acababa el contrato. Ya se ha visto que no, y acabamos de firmar un convenio para resolver la situación", reconoce el alcalde, Ángel Luis de Miguel.
Según ha convenido el Ayuntamiento con el agente concursal, la empresa gestora realizará una revisión de todas las instalaciones y el consistorio abonará entonces a la firma "los pagos residuales que quedan pendientes", según el alcalde. "Una vez dejen definitivamente las instalaciones, convocaremos un nuevo concurso para adjudicarlas a una empresa. Esperamos reabrir lo antes posible. No obstante, el Ayuntamiento no las va a llevar de forma directa entretanto", adelantó Ángel Luis de Miguel.
Respecto de las cuotas de los socios (unos 20 euros al mes), dijo que "en principio deberían haberse cancelado ya todas", y sobre las inscripciones de cursos ya pagadas, que "se trata de una relación entre empresa y socio que habría que estudiar".
UN TERCIO DEL VALLE
Estas instalaciones, con unos 400 socios de los 7 pueblos del valle de Roncal (suman 1.500 vecinos), "son ya un servicio consolidado y pedido por mucha gente". "Se crearon sobre todo con la idea de atender al bienestar de la gente mayor. Aquí vienen a nadar, al jacuzzi... Y, ya a nivel general, el uso del gimnasio es continuo", repasó.
Del mismo modo, la piscina cubierta venía acogiendo en esta zona pirenaica todo el año "demanda deportiva de ciclistas o esquiadores". Los niños de la campaña escolar de esquí de fondo acudían algunas tardes a la piscina. También se ofertaban cursos de spinning o natación y diversas actividades.
Para la construcción del complejo se destinaron 2,4 millones de euros, la mitad del Gobierno. De cara a hacer más rentable su mantenimiento, se instaló una caldera de biomasa combinada con geotermia. Así, un consumo anual de 150 toneladas de pellet para alimentar la caldera daba un gasto de 30.000 euros, frente a los 60.000 que conllevaría usar gas propano.