11/01/2014 a las 06:01
- susana esparza. Salinas de Oro
A poco más de veinte kilómetros de Estella, circulando por la carretera NA-700, descubrimos, tras una ladera, Salinas de Oro. Un municipio de 120 habitantes que se ubica a orillas del río Salado. Un afluente que ha dado renombre a esta localidad que, durante siglos, se ha centrado en la extracción de este mineral de las aguas del río Salado. En este lugar en el corazón de la montaña de Tierra Estella no encontraremos grandes obras arquitectónicas ni construcciones románicas, pero sí un gran número de parajes que no pueden ser descubiertos más que con un guía que conozca bien el lugar. Visitamos Salinas de Oro de la mano de Susana Vera del Río, una enfermera oriunda de Pamplona de 46 años que se afincó en este lugar hace siete años atraída por el paisaje y la tranquilidad que le transmite la rutina diaria de este entorno, donde puso en marcha su negocio, Txipertxenkoa, una casa rural ubicada a la entrada del pueblo. "Hace más de 15 años que visité por primera vez esta zona. Quería apartarme de la vida urbana y buscar la tranquilidad. Aquí encontré mi sitio. Levantarte todas las mañanas y contemplar estos paisajes desde tu propia ventana es una sensación que no se puede describir", describe Susana mientras señala la silueta de Peña Grande.
A pesar de ser una población pequeña y escondida en la montaña, Salinas de Oro dispone de buenas comunicaciones. Está conectada con Estella a 23 kilómetros y con Pamplona a 27. "La cercanía de las dos ciudades permite que los vecinos no emigren." Y es que, a pesar de que la densidad de población no haya variado mucho desde 1.365, año en el que se contabiliza por primera vez el censo con 28 fuegos, Salinas de Oro presume de tener una población muy joven con más de veinte niños con edades comprendidas entre 1 y catorce años.
LA SAL DE AGUAS DULCES. UNA RIQUEZA EN POLVO
Aunque son muchos los rincones para visitar en Salinas, es imposible no comenzar a describir esta localidad sin mencionar la salinera que, durante los meses estivales, extrae este mineral del río Salado en su vertiente oeste de la Peña de Echauri, cumbre situada dentro de la sierra de Sárbil. Durante siglos esta actividad ha sido el motor económico de la localidad junto con la agricultura, que sigue siendo un punto fuerte con media docena de familias que subsisten de esta actividad. "La vegetación con extensos bosques de hayas, robles, boj, encinas y carrascas, y el clima de montaña hacen propicia la actividad", añade la protagonista.
OBRAS ARQUITECTÓNICAS. RINCONES ESCONDIDOS
La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, construida sobre el anterior templo que data del siglo XVII, la ermitas de San Jerónimo de Oro y de Santa Lucía, y el santuario de San Pedro Viejo, que alojó a monjes ermitaños durante los siglos XVI y XVII, configuran el amplio legado eclesiástico de Salinas de Oro.
Durante las fiestas patronales, celebradas en septiembre en honor al patrón, San Miguel; y fechas señaladas como la romería de San Isidro, en mayo; la de San Jerónimo, durante la semana festiva; y la de Santa Lucía en diciembre, los vecinos acuden a estos puntos para venerar o celebrar dichas festividades junto al resto de locales. Otro punto emblemático de este pueblo de Tierra Estella es el lavadero, que, a día de hoy, todavía se sigue utilizando por alguno de los vecinos. "Todavía hay alguna anciana que lo usa para lavar la ropa, no es extraño encontrarla aquí sentada", certifica Susana Vera del Río.
CHARCAS NATURALES. LEYENDAS CURATIVAS
Pero no sólo es arquitectónica la grandeza de Salinas de Oro. El municipio cuenta con numerosos parajes escondidos entre el paisaje. Así ocurre con "Pozoberri", una charca del término de Buztuberri conocida por las rutas y recorridos que la rodean; y el Pozo de las Sanguijuelas, charca sita en Zanzalayeta, que hasta comienzos de siglo XX se utilizaba para hacer sangrías evitando la visita al practicante. La cumbre de Esparraz a 1.021,8 metros de altitud es el alto que corona Salinas de Oro. "Desde hace una década el día 31 de diciembre subimos todos los vecinos por la mañana a despedir el año desde la cima. Una forma diferente de decir adiós al año".
Nuestra protagonista asegura que la vida en Salinas, al mismo tiempo que tranquila, es entretenida. "En los bajos del ayuntamiento está ubicada la sociedad gastronómica de Salinas de Oro. Casi todos somos socios y allí nos reunimos para disfrutar de nuestro tiempo libre", punto de ocio que compaginan con "El Granero". "Hace un año se puso en marcha esta tienda bar, un local de propiedad municipal con un arrendatario que ha dado mucha vida al pueblo".
-
Susana Vera del rio
(13/01/14 14:19)
#3
-
Susana Vera del Rio
(13/01/14 14:15)
#2
-
republic
(11/01/14 13:28)
#1
republic dijo..Animo Susana.Un lugar precioso.Espero que te puedas ganar la vida con tal patrimonio
muchas gracias!!!!!!!! espero q si!!!!!!!!!! saludos.
Responder