17/04/2015 a las 06:00
Un color verde tiñe la superficie del lago de Yamaguchi de Pamplona. Un tono que contrasta con el marrón que puebla el fondo del estanque, y los restos de algas y basura que flotan por algunas esquinas. Ante este panorama, son muchos los vecinos de este jardín japonés, enclavado entre las avenidas de Barañáin, Sancho Ramírez, Acella y la calle La Rioja, que denuncian la situación, un escenario que, según afirman, se repite cada año.
“El agua está estancada y hay tanta gente que pasea por los alrededores, especialmente ahora que llega el buen tiempo, que es inevitable que el agua se ensucie”, reconocía la vecina Paulina Esquíroz Serna mientras tomaba el sol en uno de los bancos cercanos al lago. No obstante, esta jubilada y habitual del parque de Yamaguchi no admitía “la dejadez” del ayuntamiento de Pamplona en cuanto al mantenimiento del entorno. “Es cierto que hay operarios de vez en cuando, pero limpian las orillas, no el fondo”, expresa.
De hecho, los vecinos achacan el estancamiento del agua a la activación parcial del géiser central que adorna el núcleo del estanque. “Lo conectan determinadas horas al día, lo que hace que el agua no fluya lo suficiente”, valoraba el pamplonés José Miguel Urnieta, de 66 años.
MALA IMAGEN
Más allá de la suciedad del lago, los usuarios se quejaban el martes también de las pintadas y desperfectos alrededor de la caseta central y en las inmediaciones de la cascada, así como maderas y piedras en mal estado. “Da muy mala imagen, sobre todo para el turismo”, argumentaba Enrique Barón Ramírez, residente en la avenida Pío XII.
De cualquier manera, los vecinos reconocían que, más allá del lago, el aspecto general que presenta a diario el parque de Yamaguchi es “bastante bueno”. “Se ven papeles, pero como en cualquier otro espacio verde de Pamplona. Ese tema, más allá de técnicos o limpiadores, es una cuestión de conciencia ciudadana. Hay gente que piensa en los demás y gente que no, es así”, determinaba Esquíroz.